lunes, 18 de marzo de 2024

¿Hay crisis de fe en Europa? Opinan jóvenes del Camino, Schönstatt o las Hijas de la Caridad

Tertulianos de Supergesto.

`En esta sociedad de apertura absoluta, a veces la apertura es real, a ver qué me cuenta este chaval con la cruz´, dice Juan, joven misionero de Misión País.

¿Europa ha perdido la fe? ¿Cómo hablar de Cristo a jóvenes que desconocen la práctica católica? En esta nueva tertulia de Supergesto, tres jóvenes de Misión País (Schönstatt), del Camino Neocatecumenal/Obras Misionales Pontificias y de las Hijas de la Caridad comparten sus opiniones sobre la crisis de fe en Europa con Fran Pinilla, sacerdote de la diócesis de Bilbao, moderador del coloquio.

“Todos tenemos un sustrato cristiano cultural -aunque cada vez menos-, pero de hecho en la realidad no se sabe nada de la fe”, afirma Paula Rivas, una joven que vive su fe en el Camino Neocatecumenal, y que a nivel profesional se dedica a la comunicación de Obras Misionales Pontificias. Y como ejemplo, explica cómo los amigos de su sobrino tuvieron que buscar en internet qué era una Primera Comunión cuando él les invitó.

“Yo creo que en gran parte es porque los cristianos no hemos vivido realmente la fe”, afirma Paula. “Todo se ha reducido a unas normas, pero eso, ¿quién lo quiere?”. Y por ello, defiende que en Europa “podemos aprender mucho de los misioneros”: una evangelización que no da por supuesta la fe, centrada en lo esencial: el Kerigma. Este anuncio provoca un enamoramiento de Cristo, que es “contagioso” para los que no creen. Todo lo demás –los preceptos morales- vienen como Gracia después del encuentro con Cristo.

Juan Ventas, un joven de Schönstatt que participa cada año en Misión Paísse muestra optimista ante un cambio de tendencia. “Creo que la juventud cristiana ahora mismo en España está mejor que antes”. Él mismo lo ha vivido en la Universidad Carlos III, donde ha nacido la asociación Totus Tuus, pero también lo ve en iniciativas como Hakuna, Effetá y Bartimeo, etc. “Estamos dando a conocer más a Dios y adaptándolo a la situación actual”. Por ello, “sigue haciendo falta mucha misión en Europa, no tanto material sino espiritual”. Explica que siempre lleva una cruz en el cuello muy visible, y muchos compañeros de clase le preguntan con curiosidad. “Creo que el desconocimiento de la fe al final se va a volver a nuestra favor”, afirma. “En esta sociedad de apertura absoluta, a veces la apertura es real, a ver qué me cuenta este chaval con la cruz”.

Puedes ver aquí la tertulia completa. 

Álvaro González, un joven de la diócesis de Getafe y responsable de la comunicación de las Hijas de la Caridad coincide.

“Estamos en un momento de oportunidad, nuestro mensaje no sólo es bueno, sino que es el mejor”. Y confirma el cambio de tendencia, porque él también estudió en la universidad Carlos III antes que Juan Ventas, cuando no había iniciado este resurgir de la juventud católica, y en ocasiones llevar la cruz al cuello podía ser objeto de burlas.

“El Papa Francisco nos ha ayudado mucho, con esa alegría del Evangelio que siempre nos ha propuesto a salir a los demás y a no tener complejos ni miedos”, explica. En cuanto a la vida parroquial, Álvaro invita a todos los jóvenes católicos a ofrecerse en la parroquia para echar una mano. “Lo que nosotros no hagamos no lo va a hacer otro por nosotros”. Y explica cómo los inmigrantes traen una nueva frescura para vivir la fe a las comunidades.

Europa necesita misión, pero no es territorio de misión

Ante la confusión de los términos, Paula Rivas explica que Europa no es territorio de misión en el sentido en que lo es África o Asia. Las diócesis de allí son “menores de edad”, que si nos les ayudan desde fuera con recursos económicos y humanos esas Iglesias se cierran. “Apaga y vámonos, no se anuncia el Evangelio allí… eso no pasa en Astorga”. Y ese ese sentido administrativo, Europa no es territorio de misión. Sin embargo, en cuanto a la necesidad de Dios, por supuesto se necesita misión, y por ello es importante que los cristianos aprendamos de los métodos de los misioneros. 

Supergesto, una apuesta por los jóvenes

Supergesto es la nueva plataforma 100% virtual para jóvenes de Obras Misionales Pontificias. Es heredera de la tradicional revista misionera homónima, que dejó de imprimirse. Cada quince días, Supergesto publica una tertulia para jóvenes, en las que un grupo de influencers católicos y jóvenes que han realizado experiencia misioneras dialogan sobre temas actuales de la misión. Estas tertulias están moderadas por Fran Pinilla, sacerdote de la diócesis de Bilbao. A estas tertulias quincenales se añaden muchos otros contenidos como podcast misioneros, artículos de formación y recomendaciones culturales.

ReL

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Tarea de la Iglesia y de todo Bautizado

Ho, el joven meritorio comunista que perseguía cristianos en Vietnam y está a punto de bautizarse

Un caso que recuerda al de San Pablo: no hay caballo,
pero sí un buen samaritano

El joven vietnamita Ho Ca Dau.El joven vietnamita Ho Ca Dau descubrió el cristianismo al que perseguía a través de la caridad actuante de sus fieles.

El caso de Ho Ca Dau, de 27 años, que se dedicaba a perseguir cristianos y ahora está recibiendo catequesis para ser bautizado en la Iglesia católica, se parece lo suficiente a la conversión de San Pablo como para que no sea descabellado hacer la comparación. Hay diferencias también: a Saulo fue Dios directamente quien le derribó del caballo y le habló. El joven vietnamita necesitó algo más de tiempo y hubo participación humana. Es una historia que ha recogido UCA News.

Comunismo activo, de padre a hijo

Ho nació en una familia con tres hermanos perteneciente a los Bru-Van Kieu (uno de los 54 grupos étnicos del país), en la provincia de Quang Tri, en el centro del país. Fue la zona fronteriza entre Vietnam del Norte y Vietnam del Sur durante la guerra de 1955-1975, y escenario de durísimos combates. Allí se encuentra asimismo el santuario mariano de La Vang, la advocación que une a todos los católicos vietnamitas.

La festividad de la Asunción en La Vang en 2019.

En el pueblo donde creció Ho, los cristianos son considerados una “fuerza reaccionaria” que lucha contra el gobierno, que sigue siendo hoy comunista aunque haya una cierta relajación que haya permitido la apertura de relaciones con la Santa Sede. El propio padre de Ho, soldado y miembro del Partido, le transmitió que las fuerzas religiosas, como el cristianismo, abusan de los nativos y sabotean las causas del gobierno revolucionario. “No hay Dios en el mundo y los hombres lo pueden conseguir todo”, le enseñaba.

Así que Dau estudió en una escuela pública y no tardó en unirse a la Unión de la Juventud Comunista, que lleva en su nombre el de Ho Chi Minh, presidente comunista de Vietnam entre 1945 y 1969. Cuando completó sus estudios secundarios en 2015, se apuntó como miliciano voluntario para mantener el orden y la seguridad.

Deseoso de hacer méritos y agradar a sus superiores, se consagraba con esmero a “seguir, fisgonear y espiar” a las personas que llegaban de fuera. En particular, a los comerciantes que traían pescado seco, azúcar, leche, aceite, ropa y… ordenadores portátiles.

“Sospechaba que difundían ilegalmente el catolicismo y el protestantismo, y les acusaba de poner en peligro la seguridad colectiva”, reconoce. En 2016 consiguió la detención de cinco de ellos durante veinticuatro horas "por llevar cruces y Biblias en su equipaje”. Para Dau, la cruz era una fuerza del “mal”, e impedía activamente que los católicos se reuniesen para rezar.

Los buenos samaritanos

Así pasaron varios años, y quizá nada habría cambiado si a su padre no le hubiesen diagnosticado en 2022 un cáncer de hígado. Tuvieron que vender todas sus cabezas de ganado para pagar el tratamiento en el hospital.

La familia se quedó en una situación muy comprometida. Y resultó que quienes les prestaron ayuda material y emocional hasta la muerte de su padre fueron algunos católicos de la zona, entre ellos los cinco que habían sido denunciados años atrás por Ho.

Además, los cultivos que tenían se estropearon, y Ho cayó en la pobreza. Tuvo que empezar a ganarse a duras penas la vida transportando paquetes en bicicleta en la ciudad de Dông Hà.

“Un día”, cuenta, “me desmayé de hambre y me quedé tirado en la cuneta. Un católico que pasaba por allí me llevó al hospital y abonó el coste de mi estancia”. Estuvo tres días ingresado y le diagnosticaron un trastorno vestibular e hipotensión.

Acababa de vivir en primera persona la parábola del buen samaritano. En este caso, el buen samaritano real fue, Thaddeus Vu Duc Vinh, perteneciente al grupo caritativo de una parroquia, quien no se limitó a esa ayuda, sino que le acogió en su casa y le ayudó a comprar una motocicleta de segunda mano y a sacarse la licencia de conducir. Con ello empezó a trabajar como moto-taxista, con un sueldo mucho mayor al que tenía. Thaddeus le define como “un hombre honrado y trabajador con los pies en el suelo”.

Ho Ca Dau con su moto.

Ho Ca Dau con su moto. Foto: UCA News.

El contacto con los católicos, a quienes tanto había perseguido, suscitó en Dau el interés por el catolicismo, y poco a poco empezó a unírseles en alguna oración nocturna y en la misa dominical. Se sentía en deuda con ellos por su amor y su apoyo: “Quería rezar a Dios para que les bendijera”, explica.

Este cambio en Ho no sentó bien a sus parientes, que se enfadaron con él y empezaron a evitarle. Uno de sus tíos se burlaba, acusándole de ir con los católicos solo para que le diesen de comer. Ho replicaba, ahora que se había desecho de sus viejos prejuicios, que eran “buenos ciudadanos” que compartían sus bienes con los demás: “Ni abusan de la religión ni incitan a la gente contra el gobierno”, alegaba.

Once catecúmenos en la parroquia

Dau será bautizado la próxima Vigilia Pascual. Desde hace cuatro meses acude tres días por semana a la parroquia para las lecciones de catecismo que imparte el hermano redentorista Andrew Nguyen Dinh Toai.

Éste afirma que Ho es muy activo, plantea las dudas que tiene y atiende a misa con frecuencia “para fortalecer su fe”.

Recibirán el sacramento once catecúmenos, que acompañan a Ho en las clases. Ocho quieren entrar en la Iglesia para contraer matrimonio con su pareja católica, pero Ho y otros dos son conversos sin otra motivación que haber descubierto la verdad. La parroquia forma anualmente una media de seis catecúmenos.

Ho entrega un ramo de flores al padre Juan de la Cruz Hoang Quang Hai, de la parroquia de Dong Ha.

Ho entrega un ramo de flores al padre Juan de la Cruz Hoang Quang Hai, de la parroquia de Dong Ha. Foto: UCA News.

El padrino de bautismo de Ho será, cómo no, su buen samaritano, Taddheus. Y el joven está “feliz” ante el acontecimiento: “Soy feliz porque voy a poder llevar una vida plena de sentido y hacer, como católico, cosas útiles por los demás… Una vez que sientes la presencia de Dios en tu corazón, no temes a nada en el mundo”.

Por eso su lema para empezar su vida cristiana es “ama a tus enemigos y reza por quienes te persiguen”. Quizá intuye que su conversión se debe precisamente a que alguien rezó por él cuando era un Saulo a punto de ser derribado.

C.L., ReL

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domingo, 17 de marzo de 2024

Cómo una nueva mirada a los 10 mandamientos puede llenar tu vida de bendiciones


¿Crees que los 10 mandamientos son solo reglas? Una nueva mirada a este conjunto de principios puede llenar tu vida de bendiciones. 

El decano y miembro del clero de la Arquidiócesis de Washington D.C. (Estados Unidos), Mons. Charles Pope, señaló en un artículo de National Catholic Register que muchas veces estamos tentados de dejar nuestras almas al mundo, a la carne y al diablo, a cambio de promesas falsas y vacías.

Frente a ello, aparecen los mandamientos, que no son simples reglas, sino describen “la purificación y la libertad que el Señor desea brindarnos”.

“Si vemos los mandamientos como promesas de una vida nueva y abundante, muchos estarán más alegres con lo que el Señor nos ofrece”, resaltó.

Estas son las 10 bendiciones que nos deja el Señor y que nos pueden ayudar a transformar nuestra vida.

1. Amarás a Dios sobre todas las cosas

En el primer mandamiento, se nos ofrece un amor creciente hacia Dios por encima de todas las cosas, por encima de todas las personas y por encima de la vida en este mundo.

Cada vez que valoramos a cualquier persona o cosa por encima de Dios, nuestra vida se desordena rápidamente. Dios promete su amor y su reino celestial por encima de todas las cosas terrenales.

2 y 3. No tomarás el nombre de Dios en vano y Santificarás las fiestas

En estos mandamientos, el Señor promete un corazón con el cual amarlo. Reverenciar el nombre de Dios es tener un amor profundo por Él, un sentido de asombro y una gran alegría al adorarlo.

4. Honrarás a tu padre y a tu madre

Aquí, el Señor desea darnos una profunda gratitud por nuestros padres y otras figuras de autoridad que han sido parte de nuestro crecimiento, nos han enseñado y nos han brindado apoyo.

5. No matarás

El Señor promete sofocar la ira, el odio, el resentimiento y el deseo de venganza que nos corroen y desatan una destrucción terrible. Describe a una persona que venera la sacralidad de cada vida humana y ve en ella la mano y el amor de Dios. ¡Qué regalo es simplemente amar a los demás! Dios puede hacer esto por nosotros.

6 y 9. No cometerás actos impuros y No consentirás pensamientos ni deseos impuros

El Señor promete calmar las pasiones a menudo descontroladas de la lujuria. Declara que la persona humana transformada tiene autoridad sobre su sexualidad. El Señor también nos ofrece un reverente gozo por el matrimonio y la sacralidad de la vida humana.

Demasiadas personas hoy son esclavas de la sexualidad a través de la adicción a la pornografía. Dios quiere liberarnos. Quiere sofocar nuestra lujuria.

7. No robarás

En este mandamiento, el Señor desea inculcarnos gratitud por lo que tenemos, superar nuestra codicia y aplacar nuestro miedo. Algunos roban por miedo a no tener lo suficiente. Otros lo hacen por avaricia; no están satisfechos con lo que tienen.

8. No darás falso testimonio ni mentirás

Dios promete un gran amor por la verdad y respeto por la reputación de los demás. La persona transformada habla la verdad con amor. Tiene una lengua bien entrenada y habla solo para glorificar a Dios. Su conversación siempre está llena de gracia (Colosenses 4,6).

10. No codiciarás los bienes ajenos

Aquí, el Señor quiere sofocar los fuegos de la codicia en nosotros. Dios promete un espíritu más profundo de satisfacción y gratitud por lo que tenemos.

Harumi Suzuki, churchpop

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Alejados de Dios y muy heridos en la vida gay: uno cambió en la confesión, otro en la adoración

Fran y David cuentan en una parroquia sus testimonios de dejar la vida gay con ayuda de Dios

Fran y David cuentan en una parroquia sus testimonios de dejar la vida gay con ayuda de Dios


El padre Julián Lozano acogió en la parroquia de Santa María Magdalena de Ciempozuelos (Madrid) una tarde de oración y testimonios el 12 de marzo en la que hablaron de su experiencia dos hombres, David y Fran.

Cada uno de ellos tiene una historia, cada uno vivió maltrato en su infancia, desarrolló atracción sexual por los hombres y en cierto momento cada uno descubrió el asombroso amor de Cristo, que llena el corazón, y abandonó la vida "gay". Hoy apuestan por la castidad, la amistad cristiana y la vida de fe sostenidos en los sacramentos.

"El amor de Cristo nos urge, queremos que el amor de Cristo llegue a todos", explicó Julián Lozano. Presentó a los dos testigos la periodista Marta Sanz, de Media Salud Comunicación, investigadora sobre ideología de género. Primero contó su testimonio Fran, español de 30 años, y después David, natural de Ciudad de México.

Un padre violento, una madre muy protectora

Fran empezó explicando su origen familiar: su padre pegaba a su madre, y la insultaba con fuerza, y él, de niño, lo veía. Su padre nunca expresó cariño por él en su infancia. Su madre era una mujer de fe, pero era sobreprotectora con él y, por ejemplo, no le dejaba ir a excursiones escolares.

A los 9 años, con otros chicos, empezó a mirar revistas pornográficas. En el colegio sufría insultos y bullying por parte de compañeros. En el instituto cambió: quiso ser él el que se burlara de los demás y hacía gamberradas. Tuvo novias de adolescente, con una incluso tuvo relaciones sexuales, y le gustó. Pero luego, con unos 16 años, empezó a atraerle un chico mayor que él: "yo ya estaba mirando este chico como la figura paterna que yo nunca he tenido en casa". Poco después se acostó con un chico, el primero en su vida, y empezó una vida gay que no le hizo feliz.

Su padre le expulsó, entre insultos, a los 18 años. Como no tenía amigos, empezó a prostituirse para poder pagar los 100 euros mensuales de su habitación alquilada. "Fue algo terrible lo que tuve que hacer, venía gente terrible, yo iba llorando", recuerda.

Más adelante entró en el mundo de la moda como modelo, con cierto éxito, pero con un gran vacío interior, y relaciones tóxicas, de dependencia hacia otros.

"Mamá, me quiero bautizar"

Su madre, aunque no aprobaba su actividad homosexual, le trataba con respeto y cariño. Un día, con 22 años, Fran le dijo: "mamá, me quiero bautizar". Fran, como alguno de sus hermanos, había quedado sin bautizar por situaciones caóticas de la familia. El creía en Jesús y en la Virgen a su manera, pero sin saber casi nada de la fe, ni confesarse ni ir a misa.

Luego sabría que su madre había rezado por él durante 7 años para que se acercara a Dios, y con mortificaciones y ayunos.

A los 25 años ya casi no quedaba con chicos. Vivía hundido en depresiones e infelicidad. Una noche, mirando la televisión, tuvo la sensación de que Dios le tocaba el corazón y le decía: "mira cómo estás, ¡ven a Mí!

Un joven abrumado se tapa el rostro, triste, foto de Christian Erfurt para Unsplash

Detrás de la atracción por el mismo sexo y las relaciones tóxicas hay a menudo historias de maltrato, falta de amor paterno y un corazón vacío que nada puede llenar... excepto Dios.

Una oración intensa y conciencia de pecado

Poco después, su sobrino, un bebé de 15 días, pareció estar a punto de morir por un problema de salud. Fran rezó con sinceridad: "Por favor, Dios mío, te ruego por mi sobrino, déjalo vivir por favor".
 
Y sintió una voz en su interior, la voz de Dios, que le respondía: "Esta es la última oportunidad que te doy". Y en ese momento el Espíritu Santo le hizo ver el pecado que acumulaba por dentro. Quizá fue esa experiencia que describe Juan 16,8: "Cuando venga el Espíritu, convencerá de pecado". Entendió que necesitaba confesarse.
 
Cuando se confesó con un sacerdote, sintió que el amor de Dios le llenaba, que llenaba el corazón como no podía llenarle el sexo ni las relaciones con hombres.
 
Fran, con micrófono, junto a David y al sacerdote Julián Lozano en la parroquia de Ciempozuelos
Fran, con el micrófono, junto a David, en el centro, cuentan sus respectivos testimonio de pasar de la vida gay a una vida de castidad, fe y sacramentos; les acompaña como anfitrión el sacerdote Julián Lozano, en la parroquia de Ciempozuelos.
 

Reconciliación y perdón

Después, en un retiro, sintió mucha sanación y liberación, lloró sin parar y cambiaron sus gustos por completo. Ya no soportaba la música con temas sexuales. Se volcó en pedir perdón a su madre y expresarle su cariño. Le dijo a su madre que dejaba la vida homosexual, como la cruz que Cristo pide a cada uno llevar, y su madre se emocionó llena de alegría. También pudo reconciliarse con su padre, quien incluso le pidió perdón, y con su abuelo, todo empujado por el amor de Dios.

"Llevo 5 años en castidad para gloria de Dios. No me acuesto con nadie. No es fácil, pero el Señor te da la gracia para poder seguir". Se apoya en la misa diaria, el Rosario y la confesión. Intenta compartir el amor de Dios en Internet y redes sociales.

El testimonio de David: padre violento, incesto con la hermana

Contó también su testimonio David Espitia, de Ciudad de México, de 44 años de edad, esperando que fuera "para gloria de Dios y la salvación de las almas".

También David creció en una familia herida, con un padre cocainómano que pegaba a su madre y se acostaba con muchas otras mujeres. Estando ella embarazada de  un bebé, su padre le metió una pastilla abortiva que le quemó y dañó y expulsó al bebé de 3 meses. Este padre pegó a la hermana de David, pegó a su hermano, violó a una niña...   Si el padre era violento, su madre era "narcisista, neurótica", pegaba a los niños con un palo, les decía "infinidad de groserías". Sus hermanos también se metían en peleas, embarazaban a chicas y las hacían abortar.

A los 8 años, David sufrió abusos sexuales a manos de su hermana de 14 años, que repitió muchas veces. A los 10 ya había revistas y películas pornográficas en su vida, con esa edad ya estaba sexualizado. Hoy está convencido de que su atracción hacia el mismo sexo nace de todas esas heridas emocionales.  

Quince años de intensa vida gay

A los 18 años tuvo su primera pareja gay, a los 33 la última; en total tuvo 8 o 9. Algunos eran amables, otros ricos, le trataban bien... pero no le bastaba ni llenaba su vida. Iba a lugares de sexo gay anónimo, en grupo, y a zonas de prostitución. Calcula que se relacionó sexualmente con más de 700 hombres. Veía que esos hombres adquirían enfermedades sexuales, le daba igual. Empezó entonces a consumir droga, y luego a meterse en la nueva era, brujería y adivinaciones.

Un día fue al lugar de sexo anónimo muy drogado, le violaron entre muchos y sintió que tocaba fondo. Al llegar a casa dijo: "Dios, si tú existes, sácame de esto, porque no soy feliz". "Eso fue todo. Y le di mi voluntad a Dios", recuerda.

Luego conoció a un chico homosexual, que a veces le hablaba de Dios. Le parecía curioso eso. Lo que no sabía es que durante 4 años ese joven oró para que David dejara la vida gay.
 

Retiro y adoración: efecto fulminante

Pasados unos años, David aceptó ir a un retiro católico por curiosidad y porque le insistieron. Era un retiro de CEBHYM (Cursos de Espiritualidad Bíblica para Hombres y Mujeres).
 
Vio allí un crucifijo y le dijo: "No sé si existes, pero ya te digo que no voy a dejar la droga ni el alcohol ni a mi pareja, que ya llevamos 4 años juntos". Pero aquellos predicadores, laicos, eran muy buenos, y le fascinaban. Hablaban del amor de Dios, y también denunciaban el pecado y su corazón se abría,  

Por la noche, hubo un momento de adoración eucarística. El no sabía lo que era el Santísimo, qué era la custodia ni esa "bola blanca". Como la gente se arrodillaba al acercarse, él también lo hizo. Todos alzaban las manos hacia ese extraño objeto, y él les imitó.

Él no sabía nada sobre adoración ni la presencia real de Cristo, pero cuando pasó a su lado, dice, "empecé a sentir un amor sobrenatural que no lo puedo explicar, por primera vez en mi vida, sentí que Alguien me amaba y sabía que era Jesús y que era real y que existía. Dios me dijo en mi interior, no sé como:  'Hijo, te amo, bienvenido a casa, pequeñito, te estaba esperando'".

Y esa hora cambió la vida de David. En una hora dejó la vida gay, perdonó a su padre violento y drogadicto, perdonó a sus violadores... Le preguntó, llorando, a Dios, dónde había estado mientras le agredían. Sintió que Dios le respondía: "hijo, Yo siempre estuve ahí cuando abusaron de ti y a mí me dolió más que a ti, porque te amo, porque Yo te creé".
 
Entendió también que detrás de los horrores de sus padres, había horrores previos, que también ellos habían sido muy dañados en su infancia.

Vida de castidad, entregado a Dios

Tras el retiro, tras confesarse, ofreció su castidad a Dios. Y le dijo a quien había sido su pareja: "el amor que tú no me has dado durante cuatro años, ni los otros ocho  con los que ando, mira, Dios me lo dio en una hora". Su primer rosario le duró 2 horas de tanto que lloraba.

Sobre su salida de la vida gay, detalla que "hubo caídas" y que "el primer año y medio fue el más difícil". Se ha apoyado en la misa y comunión diaria, y en el Rosario. Ha ido a muchos retiros.
 
Y lo que dice hoy a muchos es que "sin Dios no vas a ser feliz" y que tiene que ser el Dios que reclama los diez mandamientos, no uno "a medida".

Tras un turno de preguntas y respuestas, el padre Lozano recordó que todos tenemos necesidad de la misericordia de Dios, y que Dios nos da nuestra identidad de ser hijos amados suyos, y agradeció el testimonio honesto y valiente de Fran y David. 
 



Claves para un buen examen de conciencia por la noche

young woman thinking


Un ejercicio espiritual para crecer a través del conocimiento de uno mismo y de los propios pecados y sobre todo de la misericordia de Dios


«La lucha que ha mantenido Jesús contra el mal no es una cosa antigua, es algo muy moderno que se produce cada día en nuestro corazón”. El examen de conciencia acompaña al cristiano en esta lucha ayudándolo “a hacer sitio al Espíritu Santo”.

Lo dijo el papa Francisco el 26 de Octubre de 2017 en la Casa de Santa Marta del Vaticano. E invitó a hacer examen de conciencia no sólo una vez al año antes de ir a confesarnos, sino una vez al día antes de acostarnos.

“La vida cristiana es una lucha”, dijo.

Un buen examen de conciencia se dirige al futuro

El examen de conciencia es un ejercicio interior que consiste en confrontar la propia vida con los mandamientos de Dios. Esta mirada de verdad es dolorosa porque con ella tomamos conciencia de los propios pecados, pero en las entrañas de nuestra alma encontramos también la gracia de Dios”, subraya el padre Emmanuel Roberge.

En Veritatis splendor, san Juan Pablo II señala que no se trata de un diálogo íntimo con uni mismo sino “del diálogo del hombre con Dios, autor de la Ley, modelo primero y fin último del hombre”.

Hacer el propio examen de conciencia es, pues, comenzar por ponerse en presencia de Dios y después buscar los propios pecados para pedirLe perdón.

Y entonces adoptar la resolución de no volverlos a cometer.

No se trata de lamentarse de nuestro pobre desarrollo espiritual: un buen examen de conciencia se enfoca en el futuro y se guía por la voluntad de un cada vez mayor acercamiento a Cristo.

El objetivo no es hundir el pecador en su pecado, sino ayudarlo a elevarse. Sin embargo, para elevarse y revigorizarse, primero hay que tomar conciencia de la mediocridad de su propia alma. San Ignacio insiste en el hecho de que descubrir el horror de su propio pecado debe ser dirigido hacia el deseo de una mayor santidad”, recuerda el padre Jean-François Thomas, jesuita.

Examen de conciencia diario 

La práctica del examen de conciencia se remonta a los primeros tiempos de la Iglesia. Desde el siglo II, los Padres del desierto, se comprometen con ella a fin de luchar contra las malas tendencias que afectan a sus almas y progresar, así, en el plano moral y espiritual.

Pero es san Ignacio de Loyola quien, en el siglo XVI, la desarrollará y la racionalizará en sus Ejercicios espirituales, distinguiendo dos tipos: el examen particular y el examen generalEl examen particular, diario, tiene como objetivo el desarrollo de las virtudes cristianas.

Servirá para señalar nuestros pecados, pero también los defectos que nos impiden progresar, que no son pecados por comisión pero pueden conducir al pecado. No se trata de abarcar todas nuestras infidelidades sino de combatirlas una tras otra. Es un trabajo exigente a largo plazo” indica el padre Thomas.

Y varias veces al día

San Ignacio aconseja identificar “cada mañana al levantarnos” el pecado que queremos corregir, después dos veces en el día (tras el almuerzo y tras la cena) proceder a su examen de conciencia anotándolos en una hoja, cada vez en una línea diferente, el número de veces que hemos caído.

El gráfico servirá para evidenciar nuestras progresivas victorias.

Un libro o un esquema de lectura de nuestras faltas no son necesarios para este tipo de examen -avisa el padre Thomas- basta con mirarse a sí mismo, honestamente. Conocemos nuestras tendencias mayores que nos conducen al pecado”.

Es lo que subraya Juan Pablo II en Veritatis splendor: En el fondo de su conciencia, el hombre descubre la presencia de una ley que no se ha dado él mismo, pero a la que está obligado a obedecer.

Esta voz, que no ceja de empujarlo a amar y cumplir el bien y a evitar el mal, resuena en el momento oportuno en la intimidad de su corazón: Haz esto, evita aquello.

Las cinco etapas para tener éxito en el examen de conciencia

El examen está, por otro lado, destinado a la preparación para la confesión. Es aquel al que estamos más habituados y que a veces hacemos in extremis en la cola de espera ante el confesionario.

“Es mejor que nada, pero es un poco tarde -estima el padre Thomas- ya que lo que aparece en el último momento son los pecados mortales, que pueden haber sido cometidos una sola vez, mientras que se quedarán en la sombra los pecados más pequeños que, a causa de su repetición y de la indiferencia con la que los rodeamos, continúan su trabajo de zapa en el fondo de nuestra alma”.

La Guía del examen de conciencia publicada por la Sagrada Penitenciaria apostólica subraya:

“Una buena confesión es siempre la consecuencia de un examen de conciencia anterior, sincero y profundo, que solamente puede empujar al creyente a experimentar el dolor por los pecados cometidos y desear ser liberado lo más rápido posible del reencuentro con la misericordia divina en el sacramento”.

5 etapas

¿Cómo proceder concretamente? Una vez más san Ignacio nos lo explica en cinco etapas:

  • Dar gracias a Dios por sus bendiciones.
  • Pedirle la luz de la gracia para identificar sus propios pecados y rechazarlos
  • Revisar todo aquello que en nuestros pensamientos, nuestras palabras, nuestras acciones ha podido haber en oposición a los mandamientos divinos
  • Pedir perdón por las propias faltas
  • Después formular el propósito de enmienda

Los escollos a evitar

En lo que concierne más concretamente al examen de sus pecados, los esquemas de lectura serán de gran ayuda: el Decálogo, como nos sugiere el Catecismo de la Iglesia católica, las Bienaventuranzas, el Padrenuestro, los siete pecados capitales, o incluso una lectura de nuestros deberes hacia Dios, hacia los demás y hacia nosotros mismos.

Usarlos alternativamente es provechoso, así como también seguir el consejo de un párroco para que nos ayude a adaptarlos a nuestro perfil.

Un niño no comete las mismas faltas que un adulto, un soltero que un casado, una estudiante que una madre de familia. Hay exámenes de conciencia a medida, para niños en función de su edad, para los padres, y para los esposos.

En el  decurso de este examen, evitaremos dos escollos.

No hay que focalizarse en sus pecados, ni tener una mentalidad escrupulosa olvidando que no se está llamado a la santidad, pero no hay que pensar tampoco que es gratuita, y no necesita ninguna purificación ni conversión”, alerta el padre Roberge.

Y ¿cómo saber si hemos hecho un examen de conciencia completo?

“Nunca se está seguro de haber abarcado por completo la cuestión, –continúa- pero una de las gracias del sacramento del perdón es que cuanto más nos confesamos, más fácil es el examen y mejor nos vemos en verdad”.

Por Élisabeth Caillemer

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con todo el corazón

Examen de conciencia para niños



sábado, 16 de marzo de 2024

Los 5 remedios para combatir la tristeza según santo Tomás

 

Back light portrait of a happy single teen girl breathing fresh air at sunset in a park

Una cerveza, un amigo para desahogarse, un baño, llorar, contemplar la verdad y la belleza


La tristeza, penas, melancolías, desencantos y tribulaciones no son estados de ánimo que afectan solo a los hombres y mujeres de nuestro siglo; ciertamente, hoy están mucho más difundidos junto a las enfermedades mentales y psicológicas.

El hombre cada vez está más solo y le resulta difícil desahogarse con otro cuando sufre penas y tristezas. La globalización de la economía no ha llegado a las personas, y más bien se ha fortalecido el individualismo y el egocentrismo.

Entonces, a veces, uno se encierra sobre sí mismo (sobre sí misma) para ahogar las penas, pero en lugar de aliviarlas, las hace más grandes desgranando el presente y el pasado, que se ve gris y oscuro, de su vida.

Esta no es la solución. Las penas deben ser compartidas y aliviadas por el consejo de personas amigas o personas que te quieren desinteresadamente.

La tristeza no es un estado de ánimo de hoy, sino del hombre de todos los tiempos, después del pecado original. Los desamores, las contrariedades familiares y profesionales, las antipatías y animadversiones, no son de hoy, vienen ya de Adán y Eva.

Uno de los grandes sabios de la humanidad, y gran conocedor de lo humano y lo divino, es un santo medieval: santo Tomás de Aquino. Fue este santo el que estableció ya en el siglo XIII los cinco remedios contra la tristeza. Tienen mucha actualidad, aunque fueron escritos hace casi 800 años.

El sacerdote italiano Carlo De Marchi en una ocasión se peguntó ¿cómo superar el malhumor y recuperar la sonrisa si cualquiera tiene jornadas tristes? Aquí sus conclusiones:

1
DARSE UN PLACER CUALQUIERA

Concederse algo agradable. Puede parecer algo materialista, pero en nuestros días, tras una jornada triste o atribulada, es bueno tomar una cerveza o un plato de buena comida. Dice Carlo De Marchi que en el Evangelio también el Señor gustaba de buen vino (las Bodas de Caná) y de ir a banquetes, porque apreciaba las cosas buenas de la vida.

El Salmo 104 afirma que «el vino alegra el corazón del hombre”. Naturalmente sin caer en excesos, pues de la alegría se pasa a la embriaguez que es mala para la salud del alma y del cuerpo.

2
LLORAR

Santo Tomás dice que llorar es un desahogo importante, tanto para el alma como para el cuerpo: limpia el dolor. También Jesús lloró ante la muerte de su amigo Lázaro. El Papa Francisco comenta: «algunas realidades de la vida se ven mejor con los ojos lavados por las lágrimas». Invito a todos a preguntarse: ¿he aprendido a llorar?

3
LA COMPASIÓN DE LOS AMIGOS

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Cuando uno se siente triste tiende a verlo todo de color gris u oscuro, por ello, es muy eficaz desahogarse con un amigo y escuchar sus consejos. A veces tomando algo en un bar, a veces con solo un golpe de teléfono, pero siempre se aclara todo.

4
LA CONTEMPLACIÓN DE LA VERDAD

Es contemplar las maravillas de las cosas, de una obra de arte, una película, la naturaleza, escuchar música y dejarse sorprender. Es un remedio muy eficaz contra la tristeza.

5
DORMIR MUCHO Y BAÑARSE O DUCHARSE

Este remedio de santo Tomás es muy eficaz. Algunos dirán que es «poco teológico», pero es un remedio muy cristiano; para aliviar penas del alma conviene apaciguar el cuerpo.

Hay un prejuicio extendido, señala Di Marchio, que consiste en oponer el alma y el cuerpo, en el sentido que el cuerpo sería un obstáculo para la vida espiritual. En realidad, el humanismo cristiano considera que la persona (cuerpo y alma) se «espiritualiza» cuando busca la unión con Dios.

Esto indica también que esta interrelación entre alma y cuerpo, que la tendremos hasta el final de nuestro andar terreno, necesita un médico para el alma (un consejero o director espiritual) y otro para el cuerpo (el médico), y en el primer caso es muy aconsejable el sacramento de la confesión, que limpia el alma de todas las impurezas, y así de la tristeza se pasa a la alegría.

Por ello, si estás triste, busca al médico del cuerpo y al médico del alma.

Las citas más bellas de Santo Tomás de Aquino

Salvador Aragonés, ReL


En Bélgica no pueden cubrir la demanda de exorcismos: «Hago tres por semana»

Norbertinos de Averbode, en Bélgica.

Desde 1134, los norbertinos han ocupado la abadía católica de Averbode prácticamente de forma ininterrumpida dedicándose a difundir el evangelio de una manera que permita a la gente obtener del mismo valor y confianza, según afirman en su página web.

En el interior del Brabante flamenco, la abadía premonstratense del siglo XII de Averbode se erige como foco de una amplia producción cervecera, gastronómica, lechera e incluso editorial. Pero hace días que es especialmente conocida por su cercanía a un nuevo epicentro o foco de posesiones e intervenciones demoníacas. Uno de los sacerdotes y exorcistas cercanos a la abadía relató recientemente a la televisión pública flamenca de Bélgica, VRT, un alarmante incremento en la solicitud de ayuda y liberaciones que se plasma en hasta 3 exorcismos semanales. "Y no pasa un solo día sin que me lo pidan", agrega.

Junto a su labor pastoral, el sacerdote debe escuchar en su día a día a decenas de personas que relatan sus afecciones y discernir si son casos de posesión o de otra índole.

Admite que su caso no es excepcional. "Con frecuencia escucho que en otras parroquias difícilmente pueden cubrir la `demanda´" y como él, tienen que retrasar e incluso "rechazar" algunas peticiones de ayuda, pues los sacerdotes autorizados son una minoría dentro del general, mientras los casos no hacen más que  aumentar: hablando de la abadía, VRT recoge que se realizan hasta 1.000 exorcismos cada año.

Con todo, coincide con la mayoría de exorcistas en que muchos de quienes solicitan su ayuda no están realmente poseídos, aunque si puedan estar afectados por algún mal.

"Son personas que están estancadas en su vida, que sienten que no pueden seguir adelante y achacan el problema a que están poseídas por una fuerza sobrehumana. Vivimos tiempos inciertos y la gente tiene menos certezas a las que agarrarse", comenta.

Opresión, influencia y obsesión: "Están aumentando drásticamente"

El del exorcista belga no es el único lamento por el incremento de la actividad demoníaca. Recientemente, informábamos sobre la ponencia que pronunció el teólogo y fundador de la Doloran Fathers SocietyChad Ripperger, en la icónica Catedral de San Patricio de la ciudad de Nueva York. 

El sacerdote mencionó cómo los casos de obsesión diabólica "están aumentando drásticamente", así como la opresión o influencia, en referencia a ataques que "descomponen el cuerpo" y se manifiestan, por ejemplo, con "enfermedades carentes de explicación natural". 

En este sentido, explica que mientras que cada vez son más los que hacen el mal y que "todo pecado mortal es una puerta abierta a la posesión", los miembros de la Iglesia son "menos santos" y eso refuerza la influencia del mal.

Así, explica que si antes de comienzos de los años 60 "el tiempo medio para liberar a alguien de la posesión total era de uno a dos días o quizás una semana"; desde entonces no es raro que el tiempo necesario para la liberación supere los dos años. “El mundo es mucho más malvado y los demonios son mucho más poderosos", agregó.

Roma amplia la formación

El exorcista belga admite su deseo de poder acudir a Roma a ampliar su formación en los cursos oficiales que se desarrollan en el Pontificio Ateneo Regina Apostolorum. Hace unos años que se vienen desarrollando con más frecuencia. Ya en 2018, exorcistas italianos coincidían en un incremento que llega a triplicar las cifras de años previos. Como declaró el exorcista  de Palermo (Sicilia), Benigno Palilla, cada año se registran 500.000 presuntos casos en todo Italia. Y su opinión sobre el ascenso es similar a la de Ripperger: cada vez son más los que frecuentan magos, hechiceros o lectores de cartas y tarot en lugar de la Iglesia.

J.M.C., ReL

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