jueves, 30 de junio de 2016

Lamentaba pasar poco tiempo con sus hijos y planeó esta aventura única

"Me convertí en las piernas de mi hijo": Un viaje poco convencional en el sur de Francia
Lamentaba pasar poco tiempo con sus hijos y planeó esta aventura única


Benjamin Coste, aleteia
Hugo es un chico de 7 años con una sonrisa arrebatadora. Su padre David trabaja mucho y, como quería pasar un tiempo especial con su hijo discapacitado, afectado de la enfermedad de Little (un tipo de parálisis cerebral infantil) desde su nacimiento, decidieron hacer corriendo el trayecto de Perpiñán a Lourdes.

Al día siguiente de la magnífica aventura que acaba de vivir con su hijo Hugo, David Ludtke confiesa “tener el corazón un poco pesimista”.
Cerca ya de los 41 años, el funcionario temía más alguna consecuencia física que psicológica, después de los 300 kilómetros recorridos en la ruta empujando a su hijo de 7 años, incapacitado motor cerebral, camino de Lourdes.
Hugo
Pero no ha sido impedimento para que David y su hijo Hugo se regalaran una aventura poco convencional surcando el sur de Francia.
Decimos que se la regalaron porque este periplo venía con forma de regalo anticipado por el cumpleaños de David y Hugo, ambos nacidos un 23 de agosto.

Debido a las horas intempestivas de su trabajo, David lamentaba no poder pasar más tiempo con sus gemelos, Hugo y Loïc.
Me marcho temprano y a menudo vuelvo tarde, cuando ya están acostados“, explica el padre.

Un día, David, no contento con la situación, decidió hacer algo al respecto y preparó las bases de este viaje.

“Tenía ganas de hacer vivir a Hugo experiencias que no podría tener por sí solo. Así que,  durante varios días, me convertí en las piernas de mi hijo”.

“¡Hugo tienen una fortaleza increíble!”
Una vez equiparon la silla de ruedas de Hugo con unas ruedas especiales, David salía regularmente a pasear algunas horas de paseo con su hijo.

Buen deportista, el alsaciano abandonó la bicicleta, su deporte preferido, por la carrera a pie empujando la silla, que había acondicionado para la ocasión.
“Me di cuenta de que disfrutaba mucho más compartiendo esos instantes con él que cuando salía solo con mi bici”, relata este bondadoso padre.
David Ludtke llevaba meses preparando el viaje. Quería poder disfrutar el viaje con seguridad, pero dejando margen también para conocer gente nueva y para la espontaneidad de los encuentros.
Había decidido no preparar de antemano los lugares donde pasaríamos la noche”, explica. “Estaba seguro de que todo iría bien. Tenía confianza en la bondad de la gente”.

En efecto, esta aceptación del azar de los encuentros les permitió conocer a sus anfitriones en profundidad e incluso pasar dos noches con los bomberos. “¡Un auténtico sueño para Hugo!”, comenta divertido el padre.

Durante la ruta, padre e hijo debieron afrontar unas condiciones climáticas difíciles: el viento, la lluvia, el calor, etc.

“¡Hugo hizo gala de una fortaleza increíble! ¡No todo el mundo es capaz de pasar horas bajo la lluvia y continuar sonriendo!”, afirma con admiración David.

“El hándicap de Hugo me hizo crecer”
Tanto uno como otro aprendieron a conocerse mejor durante las horas que pasaron en el camino.

“Nos dijimos ‘te quiero’, hablamos de nuestros deseos de futuro… Mi hijo, como todas las personas discapacitadas, es un ser excepcional”, expresa David, que reconoce haber necesitado varios meses para aceptar la discapacidad de Hugo.
Hugo
“Lo cierto es que ahora pienso que su presencia en mi vida no es una casualidad. Me ayuda a crecer cada vez más”, asegura el padre de Hugo.

Su discapacidad empuja también a David a preguntarse sobre el sentido de nuestra existencia.

“Desde el fin de la adolescencia, estoy convencido de que la vida no se reduce a nacer, comer, trabajar y morir. Hay otra cosa”.
De ahí la decisión de poner el fin de su aventura en la ciudad mariana de Lourdes. “Yo ya había estado allí como un simple turista y me conmovieron la belleza y la hermosa energía del lugar, de la basílica”, recuerda David.

El domingo 12 de junio, David y Hugo recorrieron los últimos kilómetros antes de llegar a Lourdes en compañía de la madre de Hugo y de su hermano gemelo Loïc, no discapacitado.
“Me hubiera encantado que nos acompañara en bicicleta, pero me pareció que no era lo bastante seguro”, explica David, que ya está pensando en nuevas aventuras, esta vez con la familia al completo.

Una vez en Lourdes, Hugo y David fueron recibidos por un grupo de personas discapacitadas parte de la Oficina cristiana de personas discapacitadas francobelga (OCH), cumpliendo también con el espíritu de este Jubileo de la Misericordia promovido por el papa Francisco.

Además, Hugo sospecha de que su padre ha querido llegar ese domingo en concreto para que hubiera muchas personas para recibirles.

miércoles, 29 de junio de 2016

Espejito, espejito ¿de todos a quién juzgo más duramente?

¿Somos capaces de vernos como somos realmente?

Espejito, espejito ¿de todos a quién juzgo más duramente?

Judy Leandrieu Klein, aleteia
Jesús dijo a sus discípulos: “No juzguen para que no sean juzgados. Porque con el juicio con que ustedes juzguen, serán juzgados; y con la medida con que midan, se les medirá”.

Sentada en el patio de frente a nuestra casa reflexionando sobre estas palabras un lunes por la mañana, sentí claramente que el Señor me decía: “Deja de juzgarte a ti misma”.

Es extraño, pensé, porque si se juzga a los demás es algo que confieso regularmente a un sacerdote, me di cuenta de repente de que rara vez se tiene en cuenta los duros juicios con los que me encuentro generalmente.

Entonces me pregunté cuántos de nuestros juicios sobre nosotros mismos se convierten en profecías autocumplidas, y cómo la medida sin amor con la cual evaluamos a nosotros mismos pueda realmente mantenernos aferrados al pecado.

Una hora más tarde entraba a misa de las nueve, algo retrasada, y las primeras palabras del padre Mark que sentí al entrar a la Iglesia fueron: “Tenemos que dejar de juzgarnos a nosotros mismos”. No es exactamente la homilía que uno esperaría escuchar en la enseñanza de Jesús en con respecto al juicio.

“Está bien, Señor, lo voy a tener presente”, me dije.

Después de la misa, me senté en la Capilla de la Adoración para orar y pensar un poco al nuevo libro de Elizabeth Scalia, Los pecadillos significan mucho. Mis ojos casi se me salen de las órbitas cuando leí las palabras que escribió en el capítulo 9:

La denigración de sí mismo deja de ser saludable y empieza a ser pecaminosa cuando sirve para crear una narrativa despreciable o lamentable a la cual nos aferramos, y por la cual al final permitimos enredarnos en caracterizaciones que no podemos controlar o enmendar.

Ahora había recibido el mensaje.

¿Cuántos de nosotros vivimos con una narrativa familiar de auto-condena, juzgándonos con palabras tales como “estúpido”, “indigno”, “no digno de ser amado”, “sin esperanza”, “gordo”, “feo”, “perezoso”?
¿Cuántos de nosotros estamos atrapados en una espiral perpetua de negación de uno mismo que no sólo alza un muro que nos impide recibir el amor de Dios, sino que también nos impide amarnos de manera adecuada a nosotros mismos y a los demás?

¿Cuántos de nuestros juicios de los otros son en realidad proyecciones de odio que sentimos por nosotros mismos, que nos impiden participar plenamente en la única realidad que Dios quiere para nosotros, es decir el amor?

Una reciente homilía de papa Francisco nos desafió a mirarnos en el espejo cuando estamos tentados de juzgar. El pontífice dijo:
Tú juzgas a los demás constantemente, con la misma medida serás juzgado. El Señor nos pide mirarnos al espejo. Mírate en el espejo, pero no para maquillarte, para que no se vean las arrugas. No, no, no, ¡ese no es el consejo! Mira en el espejo para mirarte a ti mismo como eres.

Creo que las palabras del Papa eran correctas, pero también hacen surgir otra pregunta.

Cuando nos miramos en el espejo, ¿somos capaces de vernos como realmente somos, como pecadores redimidos e infinitamente amados por un Padre misericordioso que no nos ve como basura sin valor, sino como hijos preciosos?

¿O nuestros espejos están agrietados, curvados, nublados, y obstaculizan nuestra capacidad de ver como Dios ve?

Porque a mis ojos fuiste de gran estima… Entonces verán las naciones tu justicia, y todos los reyes tu gloria, y te llamarán con un nombre nuevo, que la boca del Señor determinará. Serás también corona de hermosura en la mano del Señor, y diadema real en la palma de tu Dios. Nunca más se dirá de ti: abandonada, ni de tu tierra se dirá jamás: desolada; sino que se te llamará: mi deleite está en ella, y a tu tierra: prometida. Porque en ti se deleita el Señor. Isaías 43: 4; 62, 2-4

Cuanto más confiamos en el amor de Dios por nosotros, menos propensos somos a rechazar sea a nosotros mismos o a los demás.
Abandonar nuestro juicio desordenado de nosotros mismos puede ser el acto de virtud que nos permite dejar de juzgar a los demás, como experimentar el amor y la misericordia de Dios nos hace más capaces de extender el amor y la misericordia a los demás.
Oremos para que el Señor remueva la viga de nuestros ojos e ilumine los ojos de nuestra mente (cfr. Ef 1, 18), para que podamos ver cómo Él ve y amar como Él ama.

domingo, 26 de junio de 2016

Oración para liberarte del miedo y de la angustia

¡Confía en el Señor tu Dios! Ya deja atrás esos miedos
y atrévete con valentía a luchar contra esos sentimientos
que no te dejan avanzar
Oración para liberarte del miedo y de la angustia

Hoy más que nunca, los cristianos debemos convencernos de que no podemos ser cobardes, ni miedosos. Tenemos que dar la batalla hasta que exhalemos nuestro último aliento.Tenemos que ser personas capaces de enfrentar la prueba y de vencerla, para eso, Dios nos ha dotado a cada uno con talentos y capacidades especiales.

Cada uno de nosotros tiene la fuerza y el poder, dado por Dios, para vencer todas las dificultades. Tenemos que esforzarnos por vencer ese problema y esa situación que nos está dañando. Piensa: si muchos han logrado salir adelante, ¡tú también lo puedes lograr! solo basta creer en lo que Dios puede hacer en tu vida. Toma las riendas de tu vida en este momento, aprovecha las oportunidades que Dios te ha dado. ¡Aférrate a su amor!

Repite ahora en este instante:
Señor, sé luz en mi mente, paz en mi corazón, sabiduría en mis decisiones, amor en mis relaciones. Te necesito, sólo Tú eres capaz de calmar mis penas. Sólo en Ti tengo depositada mi esperanza, sólo en Ti podré encontrar un lugar donde protegerme y así no darle lugar al miedo y a las distintas formas del mal.

Muchos miedos son los que me atacan a diario. Por eso, hoy,reconozco ante Ti que estoy plagado de miserias, y acudo a Ti como mi amigo y mi hermano, para que me llenes de tu alegría y tu gozo, para que renueves esa fuerza esperanzadora que levanta del suelo a todos quienes confiados a Ti buscan ayuda

Señor mío, Tú conoces que todos los vacíos de mi ser, ellos sólo pueden ser llenados por tu gracia y tu presencia. Mis miedos, mis preocupaciones, mis dolores, mis confusiones, sólo pueden encontrar soluciones y sanación en Ti. Sé que con tu ayuda podré superar todos esos miedos que no me dejan avanzar. Muéveme con tu Santo Espíritu. Tú me acompañas y me das valor para enfrentar esas circunstancias que ponen a temblar mis rodillas. Me mantengo fiel a Ti, porque estoy seguro que no me vas a fallar. Toma mi vida Señor, toma mi mente y mi corazón y hazme un fiel discípulo de tu amor.

Tú me das la certeza de una esperanza tranquila y llena de gozo cuando, en muchas ocasiones en tu Evangelio, dices "No teman". Quien cree en Ti jamás quedará defraudado y no habrá temor alguno que haga tambalear su fe.

Quiero dejar que te acerques siempre a mí, vivir en comunión contigo toda mi vida, que mis faltas jamás me separen de tu amor porque siempre busco tu perdón. Todo miedo que hay dentro de mí se desvanece cuando te acepto y mi boca dice confiado: "Creo en Ti, 

Señor mío". Toca mi corazón, sánalo, libéralo del miedo y de las situaciones adversas que lo hacen poner inquieto. Eres mi fortaleza y estoy seguro de que tu amor y tu misericordia no se apartan de mi espíritu.

Confío en tu promesa fiel, confío en tu Palabra que me conforta. Quiero que también a mí me digas esas palabras de esperanzas que le pronunciaste a Josué "No tengas miedo ni te acobartes, porque Yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas." (v 1,9)
Sopla Señor mío, sopla fuerte, sopla las bendiciones sobre mí que traen consigo tu Espíritu Santo para que me ayudes a creer y a dar un verdadero testimonio de tu amor al mundo, sin temores, sin miedos. 

Muéveme, Jesús mío, con tu Santo Espíritu, que me acompañe siempre en todos mis retos y en aquellos momentos de desolación y de flaquezas que a veces siento que me tumban al piso y me hacen incapaz de continuar la lucha por ser cada día mejor.

Dame la fuerza y tu poder para vencer los miedos y estar libre de angustias.Guía mi corazón y mi mente con el Espíritu Santo, esa presencia poderosa contenida en tus tres divinas personas que ilumina nuestras vidas y nos hace ser personas decididas y valientes en la fe.

Te amo Jesús, y confío en que en este momento, Tú estás rompiendo con todas esas cadenas que me tienen atado a la desesperanza, y aunque camine por sendas oscuras, ya no vacilare ni temeré, porque tu fuerza y tu poder están conmigo y me infundes confianza. Amén
¡Confía en el Señor tu Dios! Ya deja atrás esos miedos y atrévete con valentía a luchar contra esos sentimientos que quieren echarte por tierra y hacerte sentir que no vales nada. ¡No te dejes! ¡ERES UN HIJO DE DIOS! Todos los esfuerzos que hagas en el poderoso Nombre de Jesús tendrán sus frutos de un momento a otro. Tu Dios es poderoso, grande y lleno de amor. Él puede hacer de lo imposible algo posible. Pídele a Dios en este instante que actúe en tu vida y en tu familia. Pídele que cambie tus amarguras y dificultades en alegrías y oportunidades.

Oración que repetirás el día de hoy: “Señor, cuando estoy cargado de preocupaciones, tus consuelos me llenan de alegría (Salmo 94,19) Yo puedo vencer todos los miedos y angustias del camino, porque Contigo voy, Contigo soy y Contigo vivo. Amén”

El Señor te bendiga y te libere de los miedos y angustias

Qriswell J. Quero, pecador, hijo de Dios | PildorasdeFe.net

sábado, 25 de junio de 2016

La roca: ¡confía y empuja!

Dios sólo nos pide obediencia y fe en Él

La roca: ¡confía y empuja!


Un hombre dormía en su cabaña cuando de repente una luz iluminó la habitación y apareció Dios. El Señor le dijo que tenía un trabajo para él y le enseñó una gran roca frente a la cabaña. Le explicó que debía empujar la piedra con todas sus fuerzas. El hombre hizo lo que el Señor le pidió, día tras día.

Por muchos años, desde que salía el sol hasta el ocaso, el hombre empujaba la fría piedra con todas sus fuerzas…y esta no se movía.Todas las noches el hombre regresaba a su cabaña muy cansado y sintiendo que todos sus esfuerzos eran en vano. Como el hombre empezó a sentirse frustrado Satanás decidió entrar en el juego trayendo pensamientos a su mente: Has estado empujando esa roca por mucho tiempo, y no se ha movido”. Le dio al hombre la impresión que la tarea que le había sido encomendada era imposible de realizar y que él era un fracaso. Estos pensamientos incrementaron su sentimiento de frustración y desilusión. Satanás le dijo: Por qué esforzarte todo el día en esta tarea imposible? Solo haz un mínimo esfuerzo y será suficiente”.

El hombre pensó en poner en práctica esto pero antes decidió elevar una oración al Señor y confesarle sus sentimientos: “Señor, he trabajado duro por mucho tiempo a tu servicio. He empleado toda mi fuerza para conseguir lo que mepediste, pero aún así, no he podido mover la roca ni un milímetro. ¿Qué pasa? ¿Por qué he fracasado? “.

El Señor le respondió con compasión: “Querido amigo, cuando te pedí que me sirvieras y tu aceptaste, te dije que tu tarea era empujar contra la roca con todas tus fuerzas, y lo has hecho. Nunca dije que esperaba que la movieras. Tu tarea era empujar. Ahora vienes a mi sin fuerzas a decirme que has fracasado, pero ¿en realidad fracasaste?. Mírate ahora, tus brazos están fuertes y musculosos, tu espalda fuerte y bronceada, tus manos callosas por la constante presión, tus piernas se han vuelto duras. A pesar de la adversidad has crecido mucho y tus habilidades ahora son mayores que las que tuviste alguna vez. Cierto, no has movido la roca, pero tu misión era ser obediente y empujar para ejercitar tu fe en mi. Eso lo has conseguido. Ahora, querido amigo, yo moveré la roca”.

Algunas veces, usamos nuestro intelecto para descifrar su voluntad, cuando en realidad Dios sólo nos pide obediencia y fe en Él. Debemos ejercitar nuestra fe, que mueve montañas, pero conscientes que es Dios quien al final logra moverlas.

Cuando todo parezca ir mal… solo EMPUJA!

Cuando estés agotado por el trabajo… solo EMPUJA!
Cuando la gente no se comporte de la manera que te parece que debería… solo EMPUJA!

Cuando no tienes más dinero para pagar tus cuentas… solo EMPUJA!

Cuando la gente simplemente no te comprende… solo EMPUJA!

Cuando te sientas agotado y sin fuerzas… solo EMPUJA!

En los momentos difíciles pide ayuda al Señor y eleva una oración a Jesús para que ilumine tu mente y guíe tus pasos. Entrega tus miedos al Señor y pídele con una oración que Jesús te ayude a encontrar el camino que te conduzca a Él.

viernes, 24 de junio de 2016

¿Qué reza Francisco antes de dormir?


 Lo desveló este miércoles durante la audiencia general.



jueves, 23 de junio de 2016

Omella pide, en la fiesta de Santo Tomás Moro, que la conciencia prime sobre el interés del partido



Omella pide, en la fiesta de Santo Tomás Moro, que la conciencia prime sobre el interés del partido
Juan José Omella celebra su primera fiesta de Santo Tomás Moro
como arzobispo de Barcelona


El 22 de junio se celebró la fiesta de Santo Tomás Moro, patrón de los gobernantes y políticos, mártir en 1535 por seguir su conciencia cristiana, fiel a Cristo y a Roma pese a las amenazas de su rey, Enrique VIII de Inglaterra.


En Barcelona, el arzobispo Juan José Omella celebró al mártir con una misa con políticos el 21 por motivos de agenda. 

A partir del ejemplo del santo mártir, exhortó: "Pidamos a este gran santo que interceda por todos nosotros, hombres y mujeres que tenemos responsabilidad pública, para que vivamos más en coherencia con lo que somos y lo que configura nuestras vida; pero hay que vivirlo con gran respeto a los demás. Que lo que nos dicte la conciencia -nuestro pepito grillo- prevalezca sobre los intereses de partido, incluso sobre los intereses personales". 

La misa se celebró en la parroquia de San Ramón de Penyafort. Acudieron miembros de la Associació Persona i Democràcia (www.personaidemocracia.cat), que ofrece reflexión y debate político con un enfoque basado en el humanismo cristiano y la filosofía personalista. Entre los asistentes, estaba Germà Gordó, exconseller de Justicia y diputado de Junts Pel Sí.

El arzobispo de Barcelona pidió a los políticos luchar contra la violencia que daña a los más débiles e indefensos. "No nos tapemos los oídos, ni cerremos los ojos o miremos hacia otra dirección. Que el Señor nos regale la fuerza para luchar contra la tentación de la omisión", añadió.

El arzobispo lamentó además que los políticos no hablen públicamente de Dios en sus alocuciones públicas y recordó que en otros países occidentales los cargos públicos acostumbran a empezar sus intervenciones invocando a Dios y encomendándose a él.

Pidió también defender la justicia, la paz y la fraternidad y recurriendo también al humor y la alegría  - de ello escribió Santo Tomás Moro. "Los cristianos no podemos perder este don precioso de la alegría de la confianza en Dios - dijo Omella- que es Padre y que cuida de nosotros. Pidámosle que nos conceda este don de la alegría".

El prelado pidió a los políticos que tuvieran "sentido común y altura de miras" y afirmó sentir "dolor" por la falta de respeto por los Derechos Humanos y por el maltrato de inocentes e indefensos. "Todo lo que sea olvidarse de los pobres y pequeños, todo lo que no sea establecer puentes de diálogo y comunión entre todos, todo lo que sea faltar al respeto a personas e instituciones, es no seguir el ejemplo de nuestro patrón", agregó Omella.




En el vídeo bajo estas líneas, la ejecución de Santo Tomás Moro, patrón de los gobernantes y  políticos, según la serie "Los Tudor"

  

Vea también: El Papa Juan Pablo II declara a San Tomás Moro Patrono de los Gobernantes y Políticos.


miércoles, 22 de junio de 2016

El trabajo infantil: una forma aterradora de explotación que subsiste en América Latina

5,7 millones de niños están trabajando
WEB-CHILD-LABOUR-El trabajo infantil: una forma aterradora de explotación que subsiste en América LatinaWORK-WORKING-SOUTH AMERICA-GUATEMALA-David Amsler-CC


Jaime Septien, aleteia
El pasado 12 de junio, cuando se celebró un año más del Día Internacional contra el Trabajo Infantil, se publicaron muchos mensajes en contra de esta práctica. Pero poco se ha avanzado en enfrentarla o erradicarlo en el subcontinente americano.

De hecho, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha informado recientemente que existen 5,7 millones de niñas y niños que trabajan en América Latina y El Caribe.

Si bien en los últimos años el trabajo infantil ha disminuido en la región, se han “sofisticado” (por decirlo de alguna forma) las usos que la industria del mal hace de las niñas y los niños latinoamericanos y caribeños.

Violan todos los convenios y todos los derechos
Estos menores trabajan sin haber cumplido la edad mínima de admisión al empleo o realizan trabajos que deben ser prohibidos, según el Convenio número 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil.

Este convenio prohíbe todas las formas de esclavitud, inclusive la venta y la trata de niños; el trabajo forzoso para pagar una deuda, y cualquier otro tipo de trabajo forzoso, incluyendo la utilización de niños en guerras o conflictos armados.

También, todas las actividades que exploten sexualmente a los niños, como la prostitución, la pornografía o las actuaciones pornográficas así como participación en actividades ilícitas, en particular la producción y el tráfico de estupefacientes.

En síntesis, cualquier trabajo que pueda dañar la salud, la seguridad o el bienestar de los niños (el llamado “trabajo peligroso”).
Guatemala a la cabeza

En su gran mayoría, los niños y niñas latinoamericanos y caribeños trabajan en la agricultura, sin embargo, miles ellos se desempeñan en otros sectores de alto riesgo, como la minería, los basureros, el trabajo doméstico, la cohetería y la pesca.

Guatemala, con 850,937 niños trabajadores y con un muy elevado 43 por ciento de menores que no asisten a la escuela, tiene la tasa de trabajo infantil más alta de América Latina.

La alarma ha sido lanzada por la Oficina de Derechos Humanos en Guatemala: el departamento noroccidental de Huehuetenango y Quiché son los más afectados por el fenómeno, que por lo general utilizan a niños de origen indígena.

martes, 21 de junio de 2016

¿Quiere Dios que suframos?



 ¿Quiere Dios que suframos?


Jesús María Silva Castignani, ReL
El dolor, el sufrimiento y la enfermedad no estaban en el plan original de Dios. El estado paradisíaco es presentado idílicamente por la Sagrada Escritura como un lugar de armonía, donde la muerte no existía, ni por tanto la enfermedad o la corrupción; incluso se describe a todos los animales como veganos (Gn 1- 2). Más allá de la imagen, se trasluce la revelación de ese plan original de Dios en que el mal y sus consecuencias no eran lo que Dios quería. Véase que es necesario comprender cómo el mal causa como consecuencia la muerte y los sufrimientos inherentes a ella: dolor, enfermedad, pérdida… Todo lo cual es el saldo del pecado. Lo resume la Sagrada Escritura en Sab 2, 23 – 24: “Dios creó al hombre para la incorruptibilidad, le hizo imagen de su misma naturaleza; mas por envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la experimentan los que le pertenecen”. El hombre, imagen de Dios, fue creado para la incorrupción, pero el pecado hizo que penetrase la muerte en el mundo. Todos experimentamos las consecuencias del pecado, pero la muerte eterna la experimentarán sólo quienes pertenecen al diablo, es decir, quienes se siguen y no se arrepienten.
 
Por tanto lo primero que hemos de afirmar es que Dios no quiere el dolor para sus hijos, Dios no quería que hubiese sufrimientos, y si los primeros hombres no hubiesen pecado, no habría existido el dolor. La primera vez que aparecen las palabras “dolor” y “sufrir” en la Sagrada Escritura es precisamente cuando Dios le dice a Eva las consecuencias de su pecado: “Mucho sufrirás en tu preñez, y parirás los hijos con dolor” (Gn 3, 16). Al hombre le habla de trabajo y fatigas (cf. Gn 3, 17 – 19). Por lo tanto, estos males son consecuencia del pecado. Dios quería al hombre libre y feliz, pero al hacerle libre, se abría la posibilidad de que pecara, y al poder pecar el hombre, se abría también la posibilidad de que se introdujera el sufrimiento en el mundo. Todo estaba en manos del hombre, y el hombre pecó. Por tanto, el origen del sufrimiento no es Dios, sino el hombre, que en su libertad elige un plan opuesto al de Dios.
 
Sin embargo, Dios comienza la obra de la redención, e incluso hace redentor al dolor. En efecto, ya hay una promesa de victoria ganada con dolor en la maldición que Dios hace de la serpiente: “Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza cuando tú le hieras en el talón” (Gn 3, 15). Ese linaje que herirá a la serpiente al tiempo que es herido por ella es Cristo, que ya está insinuado en el génesis. En Cristo, el dolor se ha hecho redentor, porque él ha sufrido las consecuencias de nuestro pecado para que nosotros podamos arrepentirnos y ser perdonados. Por poner un ejemplo gráfico: es como si alguien fuera a suicidarse tirándose frente a un metro, y alguien saltara y le empujara, muriendo en su lugar, y dándole una segunda oportunidad en la vida. El sufrimiento de Cristo era necesario en tanto la consecuencia del pecado es la muerte; muerte que Cristo sufrió para que nosotros no tengamos que morir eternamente. Es el misterio de la redención.
 
Todos los hombres sufren, como consecuencia de vivir en un mundo bajo el pecado y aún no plenamente redimido. Sin embargo, igual que Jesucristo asumió el sufrimiento y lo convirtió en ofrenda redentora, los discípulos de Cristo pueden hacer lo mismo con sus sufrimientos, y ofrecerlos por la salvación del mundo. Por el bautismo hemos sido incorporados a Cristo, somos miembros de su Cuerpo, y en unión con él podemos hacer de nuestra vida una ofrenda al Padre por la redención del mundo. Cuando aceptamos los sufrimientos y los ofrecemos, nos unimos al sacrificio de Cristo, el único eficaz, y corredimimos con él. Por eso dice San Pablo: “Completo lo que falta a la Pasión de Cristo, sufriendo por su Cuerpo, que es la Iglesia” (Col 1, 24). Para comprender ese “lo que falta” es necesario comprender la eclesiología paulina. Para San Pablo, Cristo es la cabeza, y la Iglesia es el Cuerpo. Y todo junto, cabeza y cuerpo, forman el Cristo total. San Pablo no entiende nunca a Cristo sin su Cuerpo, que es la Iglesia; los ve como una unidad. En esa perspectiva, igual que sufrió la cabeza, así ha de sufrir el Cuerpo, porque Cristo sufrió la pasión en su Cuerpo, que somos nosotros. Por eso, el Cuerpo de Cristo es asociado a su Pasión, y sufre y redime junto con Cristo, completando en el tiempo lo que falta a la Pasión de Cristo. Y el mismo sufrimiento de la Iglesia revierte en el bien de la propia Iglesia, Cuerpo de Cristo. En virtud de esta incorporación a Cristo, podemos hacer de nuestro sufrimiento una ofrenda corredentora.
 
Además, el sufrimiento tiene para los cristianos un valor correctivo. Dios nos puede corregir a través del sufrimiento, por nuestro bien, igual que un padre puede “castigar” a su hijo por amor para que aprenda algo que no comprendería de otro modo. Así lo dice la carta a los Hebreos: “Hijo mío, no rechaces la corrección del Señor, no te enfades por su reprensión; porque el Señor reprende a los que ama y castiga a sus hijos preferidos.» Aceptad la corrección, porque Dios os trata como a hijos, pues, ¿qué padre no corrige a sus hijos? Ninguna corrección nos gusta cuando la recibimos, sino que nos duele; pero, después de pasar por ella, nos da como fruto una vida honrada y en paz. Por eso, fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes, y caminad por una senda llana: así el pie cojo, en vez de retorcerse, se curará” (Heb 12, 4 – 7. 11 – 15).
 
La Iglesia nos invita a no buscar el sufrimiento, y a tratar de huir de él por todos los medios moralmente posibles; pero si no puede evitarse, ha de ser abrazado como una consecuencia del pecado, y ofrecido como un sacrificio corredentor. No es que nuestro pecado personal nos lleve al sufrimiento; sino más bien el estado de la naturaleza tal y como ha quedado afectada por el pecado de los hombres.
 
Hay algunas personas que libremente ofrecen su vida por la salvación del mundo, e incluso piden al Señor sufrimientos para poder asemejarse a él en la Pasión y ser así un signo de la participación de la Iglesia en la Pasión de Cristo. El Padre San Pío de Pietrelcina se ofreció como víctima por la salvación de la humanidad, y especialmente de sus hijos, y como signo de la aceptación del cielo recibió los estigmas de Cristo. Como él, tantas almas-víctimas se ofrecen como sacrificios vivientes por la salvación del mundo.
 
No es por tanto que Dios castigue con sufrimientos a los que más ama. Esto sería masoquista e incorrecto. La vida trae sus sufrimientos cada día, y hay más para unos que para otros; y eso no depende de Dios, sino que es consecuencia del desarrollo de la naturaleza bajo el influjo del pecado, como hemos dicho. Sin embargo, esos sufrimientos aceptados y ofrecidos pueden asociarse a la Pasión de Cristo para corredimir. E incluso hay personas que reciben un carisma especial de participación en la Cruz, que es pedido o aceptado con espíritu de amor, y les hace sufrir de un modo especial, pero por amor y con fruto. El sufrimiento que no se acepta ni se ofrece queda estéril. Pero cuando se acepta y se ofrece, se hace fecundo.
 
Dios ha redimido incluso el sufrimiento. Éste podría ser una consecuencia inútil y estéril del pecado humano; pero por la gracia de Dios se ha convertido en una fuente de salvación para quien lo vive en unión con la Pasión de Cristo. El sufrimiento pasará: es propio de este mundo pasajero bajo el influjo del pecado. Así lo expresa el Apocalipsis: “Ya no habrá muerte, ni llanto, ni luto, ni dolor; porque el primer mundo ha pasado” (Ap 21, 4).

sábado, 18 de junio de 2016

Un documental destapa cómo la ideología de género adoctrina a los niños a espaldas de sus padres

Quiere imponer la "educación sexual" desde los cero años

Un documental destapa cómo la ideología de género adoctrina a los niños a espaldas de sus padres


La ideología de género ha sido comparada por el Papa con el nazismo y el comunismo y numerosos obispos la han definido como el nuevo totalitarismo del siglo XXI. Los niños son además el principal objetivo de una ideología que tiene como aliados a numerosos gobiernos y organismos supranacionales como la ONU.

En un documental realizado por grupos profamilia se muestra la orquestada maniobra para imponer esta nueva dictadura y cómo se busca imponerla a los niños lejos de sus padres. En Actuall, Javier Lozano muestra el contenido que se quiere enseñar a los niños desde que nacen:

Que la Ideología de Género se está convirtiendo en una de las dictaduras de nuestro tiempo es un hecho. Que se lo pregunten al cardenal Cañizares, que ha osado alertar a los católicos sobre este nuevo enemigo y ahora se puede enfrentar incluso a los tres años de prisión.

La Ideología de género tiene además como principal objetivo la sexualización de los niñosy para ello lo mejor es adoctrinarlos lejos de sus casas y de la influencia de sus padres: en los colegios.

En el documental The war on children (Guerra contra la niñez) se muestra con ejemplos muy claros cómo se quiere manipular a los niños con la llamada “educación sexual”. Libros de texto en la escuela en los que se enseña a los niños a masturbarse o también prácticas con las niñas para que aprendan a colocar un preservativo. Esto es lo que se hace en colegios de todo el mundo sin que en muchas ocasiones los padres lo sepan.

Este adoctrinamiento es precisamente el que los expertos profamilia denuncian en este pequeño documental, una alianza entre muchos países e instituciones como Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud, el Fondo de Población de la ONU o la Unesco. Todos juntos colaboran para imponer esta nueva dictadura.

Por ejemplo, en el documental se detalla cómo en Hispanoamérica “hay comunidades que no tienen agua potable y en vez de cubrir sus necesidades básicas se da a los niños lecciones de ‘educación sexual integral’ sin el conocimiento de sus padres, destruyendo así la familia”.



La ideología de género es prioritaria y lo abarca ya prácticamente todo. No hay país que escape a su influencia y por ello el objetivo a eliminar es la familia, último bastión de protección de los niños.

Cuenta el documental cómo la ONU ha editado un cuadernillo para niños con SIDA que se centra en el placer sexual con parejas del mismo sexo. O cómo la Organización Mundial de la Salud defiende que se informe a niños de entre 0 y 4 años sobre la masturbación e incluso la petición de la Unesco para que se enseñe a niños de 9 años “estimulación sexual” ya sea con niños del otro sexo o del mismo.

Más grave si cabe es lo de Unicef, la llamada ONG de los niños, que en un folleto define así las “situaciones en las que se obtiene placer sexual”: en primer lugar con la masturbación, en segundo con las relaciones en pareja ya sean “heterosexuales, homosexuales o bisexuales”. Y por último, “la respuesta sexual dirigida hacia objetos no humanos, animales, personas menores o personas que no consienten: las parafilias”.

Esto es lo que se va a enseñar a nuestros hijos y se impondrá de tal manera que todo aquel que lo denuncie será un disidente a perseguir. La educación de los hijos, un derecho fundamental, está en peligro de muerte y este documental llama a luchar para recuperarlo ante la nueva dictadura del siglo XXI.