sábado, 31 de marzo de 2018

8 signos claros de Dios que puedes encontrar en ti

Un signo de la presencia de Dios: la alegría, un signo de la santidad: la humildad,...

En estos años de búsqueda he aprendido pocas cosas. Dios es insondable. ¿Quién puede comprenderlo? Yo no, aunque trato. Mis libros sólo reflejan el largo camino que he recorrido en su búsqueda y lo lejos que aún estoy de Él.

Esta noche me senté a reflexionar y pensé en ello. Me dije: “¿Cómo puedo reconocer a un verdadero cristiano?”. La respuesta era simple: “Por el amor”. Dios que es Amor nos pide amar, a todos.

Entonces busqué signos, señales que te ayudan a comprender y reconocer la presencia del Padre. Y empecé a escribir:

1. Un signo claro de la presencia de Dios: La alegría.

2. Un signo claro de la fe que profesas: Tu abandono.

3. Un signo claro de tu confianza en Dios: La paz interior.

4. Un signo claro de que lo amas: Tus buenas obras.

5. Un signo claro de que eres discípulo del Amor: Tu cruz.

6. Un signo claro de la santidad: La humildad.

7. Un signo claro de la Ternura de Dios: Su gracia.

8. Un signo claro del amor de Dios: Jesús.


Los dejo con esta hermosa canción.
  Claudio de Castro, aleteia





jueves, 29 de marzo de 2018

¿Por qué es importante educar en las emociones?

Educar en las emociones es la base para aprender a vivir juntos y aprender a vivir con los demás.

PARENTING
Vivir juntos es descubrir al otro, valorarlo, tomar conciencia de las semejanzas y de la interdependencia entre todos los seres humanos.
La docencia no se limita a la enseñanza intelectual, su objetivo es la educación que contribuye al desarrollo global de cada persona: cuerpo y mente, inteligencia, sensibilidad, sentido estético, responsabilidad individual y espiritualidad.

Dimensión neuropsicológica 

Joseph LeDoux, quien junto a Antonio Damasio, es el científico que le ha sacado más jugo a los aspectos emocionales de nuestra conducta, nos enseña sobre los dos caminos que realiza el cerebro para evaluar diversas situaciones, el camino corto (tálamo-amígdala) y el camino largo (tálamo- corteza).
El camino corto, cuando la situación que se presenta es muy peligrosa, la amígdala cerebral decide comandarla, actuando de inmediato y asegurando la supervivencia. La evaluación que realiza esta pequeña estructura, es rápida pero muchas veces imprecisa, lo que genera que nos equivoquemos.
El camino largo se extiende desde el tálamo hacia las distintas áreas de procesamiento de la corteza donde se reconocen y analizan las sensaciones provenientes de cualquier parte del cuerpo. Es ahí entonces donde, los magníficos lóbulos prefrontales, a partir de toda la información que reciben, pueden dirigir nuestra conducta hacia un fin y comprenden la atención, planificación, secuenciación y reorientación sobre nuestros actos.
Educar a nuestros lóbulos prefrontales nos guía hacia el desarrollo de la empatía, el conocimiento de nuestras propias emociones y la capacidad de desarrollarnos plenamente en sociedad.

La educación emocional en el día a día

Es fundamental educar con la emoción, aunque esta no sea una tarea fácil ni capaz de ser realizada por cualquiera.
Debemos comenzar por plantearnos:
  • ¿Cuántas emociones podemos constatar en un dia?
  • ¿Con cuántas mentes y mundos psicológicos nos encontramos a lo largo de nuestra cuotidianidad?
  • ¿Cuántas sensibilidades diversas se puede encontrar dentro del propio nucleo familiar?
  • Si somos esencialmente emocionales, ¿por qué nos cuesta tanto enseñar a descubrir y manejar las emociones?
  • ¿Por qué no permitirnos creer que si somos capaces de crecer emocionalmente y permitirles a nuestros niños comprender y expresar sus emociones?
En la búsqueda de ser mejor día a día, en ese proceso de crecimiento, no debemos olvidarnos de la poderosa herramienta para el cambio que llevamos dentro.
Esta herramienta son nuestras emociones, nuestro combustible y el piloto de nuestra personalidad, que nos invitan a pensar que las cosas esenciales pueden dejar de ser invisibles a los ojos si comenzamos a ver tambien con el corazón sin reducir todo a nuestros análisis mentales.
Las emociones nos acompañan durante toda la vida. Dan color a nuestra vida personal y nuestras relaciones con los demás.
Son un termómetro para medir la calidad de vida nuestra y de las personas que nos rodean.
Gracias a las emociones recibimos de manera inmediata mensajes instintivos sobre todo el mundo que nos rodea. Por esto mismo, educar y educarnos en la identificación y gestión de las emociones nos ayudará a saber dar significado a cada momento que vivimos. 
Javier Fiz Pérez, aleteia

miércoles, 28 de marzo de 2018

365 ¿Su Fe es la Fe de la Iglesia? ¡Compruébelo!



Esta es nuestra Fe, la Fe de la Iglesia que nos gloriamos de profesar en Cristo Jesús, Señor nuestro.

 participar en la misa dominical

365. ¿Cómo convierten los cristianos el domingo en el «día del Señor»?
Un católico asiste el domingo o la víspera del domingo a la Santa Misa. En ese día se abstiene de todas la tareas que le impiden la adoración de Dios y que perturben al carácter de la fiesta, la alegría, la paz y el descanso. [2177­-2186, 2192-2193]
Dado que el domingo es una fiesta de Pascua que se repite cada semana, desde los primeros tiempos los cristianos se reúnen en ese día para celebrar a su Redentor, darle gracias y unirse con él y con los demás redimidos. Por eso es un objetivo central de todo cristiano consciente el «santificar» el domingo y las demás fiestas de la Iglesia. Sólo está dispensado quien tiene necesidades familiares urgentes o está obligado por tareas de importancia social. Puesto que la participación en la EUCARISTÍA dominical es fundamental para la vida cristiana, la Iglesia declara como pecado grave el hecho de no asistir a misa sin tener un motivo justificado.




* El texto (pregunta y respuesta) proviene del Youcat = Catecismo para Jóvenes. Los números que aparecen después de la respuesta hacen referencia al pasaje correspondiente del Catecismo de la Iglesia Católica que desarrolla el tema aún más. Basta un clic en el número y será transferido. 

martes, 27 de marzo de 2018

363 ¿Su Fe es la Fe de la Iglesia? ¡Compruébelo!

Esta es nuestra Fe, la Fe de la Iglesia que nos gloriamos de profesar en Cristo Jesús, Señor nuestro.

 Jesús y el sábado

363.- ¿Cómo trata Jesús el sábado?

Jesús respeta el Sábado, pero al mismo tiempo se comporta de un modo extremadamente libre y soberano ante él: «El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado» (Mc 2,27). [2173]


El hecho de que Jesús reivindique poder curar en sábado e interpretar el mandato del sábado de forma misericordiosa pone a sus contemporáneos judíos ante la opción: o bien Jesús es el Mesías enviado por Dios, y entonces es el «señor del sábado» (Mc 2,28), o bien es sólo un hombre más, entonces su comportamiento ante el sábado es un pecado contra la ley.



* El texto (pregunta y respuesta) proviene del Youcat = Catecismo para Jóvenes. Los números que aparecen después de la respuesta hacen referencia al pasaje correspondiente del Catecismo de la Iglesia Católica que desarrolla el tema aún más. Basta un clic en el número y será transferido. 


lunes, 26 de marzo de 2018

364 ¿Su Fe es la Fe de la Iglesia? ¡Compruébelo!

Esta es nuestra Fe, la Fe de la Iglesia que nos gloriamos de profesar en Cristo Jesús, Señor nuestro.

 domingo en lugar del sábado

364 ¿Por qué los cristianos sustituyeron el sábado por el domingo?
Los cristianos han reemplazado la fiesta del SÁBADO por la fiesta del domingo porque Jesucristo resucitó de entre los muertos en domingo. Pero el «día del Señor» asume en sí elementos del sábado. [2174-2176, 2190-2191]

De este modo el domingo cristiano tiene tres elementos esenciales:
1.  Nos recuerda la Creación del mundo e introduce el resplandor festivo de la bondad de Dios en el tiempo;
2.  Nos recuerda el «octavo día de la Creación», cuando el mundo se renovó en Cristo (como dice una oración de la noche de Pascua, «oh Dios, que con acción maravillosa creaste al hombre y con mayor maravilla lo redimiste»);
3.  Retoma el motivo del descanso, pero no sólo para santificar la interrupción del trabajo, sino para indicar ya desde ahora el descanso eterno del hombre en Dios.



* El texto (pregunta y respuesta) proviene del Youcat = Catecismo para Jóvenes. Los números que aparecen después de la respuesta hacen referencia al pasaje correspondiente del Catecismo de la Iglesia Católica que desarrolla el tema aún más. Basta un clic en el número y será transferido. 


El héroe de Carcasona hizo la 1ª comunión con 35 años, luego pidió a la Virgen la mujer de su vida

El padre Jean-Baptiste cuenta la historia de fe de Arnaud Beltrame y su novia Marielle

El héroe de Carcasona hizo la hizo la primera Comunión a los e35 y luego pidió a la Virgen la mujer de su vida

El padre Jean-Baptiste es monje en la abadía de Lagrasse (Aude), y acompañó en sus últimos instantes al teniente coronel Arnaud Beltrame en el hospital de Carcasona en la noche del 23 al 24 de marzo. Le conocía bien porque le había preparado para el matrimonio, que debía celebrarse en junio.

Beltrame, nacido en un hogar poco practicante, se convirtió en 2008 y recibió la Primera Comunión y la Confirmación en 2010, tras dos años de preparación. Recientemente había hecho el Camino de Santiago.

A raíz del crimen islamista que condujo a su muerte, donde se ofreció a cambio de una rehén en un supermercado de Trèbes (a 7 km de Carcasona) y posibilitó el asalto policial, el sacerdote ha contado su historia, que reproducimos íntegra a continuación

"Conocí por casualidad, durante una visita a nuestra abadía, monumento histórico, al teniente coronel Arnaud Beltrame y a Marielle, con quien acababa de casarse civilmente el 27 de agosto de 2016. Simpatizamos enseguida y ambos me pidieron que preparase su matrimonio religioso, que yo debía celebrar cerca de Vannes el 9 de junio próximo.

»Así pues, pasamos muchas horas trabajando los fundamentos de la vida conyugal durante dos años. Yo acababa de bendecir su hogar el 16 de diciembre y habíamos concluido su expediente canónico para el matrimonio. La hermosísima declaración de intenciones de Arnaud me llegó cuatro horas antes de su muerte heroica.

»Esta joven pareja venía habitualmente a la abadía a participar en las misas, oficios y enseñanzas, y en particular a un grupo de acogida, Nuestra Señora de Caná. Formaban parte del equipo de Narbona. Aún vinieron el pasado domingo.

»Inteligente, deportivo, hablador y carismático, a Arnaud le gustaba hablar de su conversión. Nacido en una familia poco practicante, vivió una auténtica conversión en torno a 2008, a los 33 años. Recibió la primera comunión y la confirmación tras dos años de catecumenado, en 2010.

»Tras una peregrinación a Sainte-Anne-d’Auray en 2015, donde pidió a la Virgen María encontrar a la mujer de su vida, empezó a salir con Marielle, cuya fe es profunda y discreta. La petición de mano se celebró en la abadía bretona de Timadeuc en la Pascua de 2016.

»Apasionado por la Gendarmería, alimentaba desde siempre gran pasión por Francia, por su grandeza, por su historia, por sus raíces cristianas, que había descubierto con su conversión.

»Al ofrecerse en lugar de los rehenes, probablemente estuvo animado con pasión por su heroísmo de oficial, porque para él ser policía quería decir proteger. Pero el sabía el riesgo extraordinario que asumía.

»El era consciente también de la promesa de matrimonio religiosa que había hecho a Marielle, con quien ya estaba civilmente casado y a quien amaba tiernamente, de eso soy testigo.

»¿Entonces? ¿Tenía derecho a asumir tal riesgo? Creo que solo su fe puede explicar la locura de ese sacrificio que hizo hoy para admiración de todos. Él sabía que, como nos dijo Jesús, “no hay mayor amor que el de quien da la vida por sus amigos” (Jn 15, 13). Él sabía que, si su vida comenzaba a pertenecer a Marielle, también era de Dios, de Francia, de sus hermanos en peligro de muerte. Creo que solo una fe cristiana animada por la caridad podía pedirle ese sacrificio sobrehumano.

»Pude verle en el hospital de Carcassone hacia las nueve de la noche del viernes. Los policías y los médicos o enfermeras me llevaron hasta él con una gran delicadeza. Él estaba vivo, pero inconsciente. Pude darle la extremaunción y la bendición apostólica in articulo mortis. Marielle respondía a esas bellas fórmulas litúrgicas.

»Era Viernes de Dolores, justo antes de comenzar la Semana Santa. Acababa de rezar el oficio de nona y el viacrucis por su intención. Pedí al personal que cuidaba de él si podría tener una medalla de la Virgen, la de la Rue du Bac, de París [Medalla Milagrosa], junto a él. Comprensiva y profesional, una enfermera la sujetó a su hombro.

»No pude casarle, como se ha dicho equivocadamente en un artículo, porque estaba inconsciente.

»Arnaud no tendrá jamás hijos carnales. Pero su heroísmo impactante va a suscitar, creo, numerosos emuladores, dispuestos al don de sí mismos por Francia y su alegría cristiana".


sábado, 24 de marzo de 2018

Trèbes: Arnaud Beltrame, el héroe que dio su vida por los rehenes

Se entregó al secuestrador a cambio de la liberación de los rehenes. El teniente coronel gendarmerie Arnaud Beltrame pagó con su vida el heroísmo que mostró el viernes durante la toma de rehenes de Trèbes

Poco después del comienzo de la crisis de los rehenes, Arnaud Beltrame se ofreció voluntario para tomar el lugar de una mujer detenida por el terrorista Radouane Lakdim en el supermercado Trèbes.
Su historia, su valentía impresiona. Él es Arnaud Beltrame, un teniente coronel de 45 años del grupo de la gendarmería Aude, un ex miembro de GIGN.
Mientras que el atacante había disparado a dos personas, a riesgo de su vida, tomó la decisión de tomar el lugar de los rehenes retenidos dentro del supermercado. El policía “había dejado su teléfono sobre la mesa abierta (…) y es entonces cuando oímos los disparos, el GIGN intervino” y fue derribado el autor del ataque, miembro del grupo yihadista Estado Islámico, detalló el Ministro del Interior Gérard Collomb al recordar el “coraje” de este policía.
Arnaud Beltrame recibió dos disparos y el atacante lo apuñaló varias veces. Sucumbió a su lesión el sábado 24 de marzo al amanecer. “Francia nunca olvidará su heroísmo, su valentía, su sacrificio”, tuiteó el Ministro del Interior, Gérard Collomb.
El Presidente de la República le rindió homenaje en una declaración conmovedora pocos minutos después, declarando que el oficial había “caído como un héroe” y merecía “respeto y admiración de toda la nación”. El jefe de Estado enfatizó que había “demostrado una valentía y sacrificio excepcionales”.

¿Quién fue Arnaud Beltrame?

Después de graduarse de la Escuela Militar Saint-Cyr Coëtquidan en 1999, Arnaud Beltrame también fue “importante” en 2001 de la Escuela de Oficiales de la Gendarmería Nacional. En 2003, se unió al GIGN antes de ser enviado a Irak en 2005, donde fue condecorado con la cruz del valor militar.
Comandante de la compañía en la Guardia Republicana, estuvo vinculado durante cuatro años a la seguridad del Palacio Elíseo. En 2010, Arnaud Beltrame tomó el mando de la compañía de Avranches (Manche), hasta 2014, donde se convirtió en asesor del Secretario General del Ministerio de Ecología. Había sido nombrado comandante adjunto del grupo de gendarmería de Aude en 2017. Casado sin hijos, está condecorado con la Orden Nacional del Mérito.
Aleteia Team



jueves, 22 de marzo de 2018

362 ¿Su Fe es la Fe de la Iglesia? ¡Compruébelo!

Esta es nuestra Fe, la Fe de la Iglesia que nos gloriamos de profesar en Cristo Jesús, Señor nuestro.

 Israel y el sábado



362. ¿Por qué se celebra el sábado en Israel?
El Sábado es para el pueblo de Israel el gran signo que le recuerda a Dios, el Creador y el liberador. [2168-2172, 2189]

El SÁBADO recuerda, por un lado, el séptimo día de la Creación en el que se dice que Dios «descansó y tomó respiro» (Éx 31,17), en cierto modo como autorización a todos los hombres para interrumpir el trabajo y recobrar el aliento. Incluso a los siervos se les debe permitir celebrar el sábado. Esto recuerda el otro gran memorial, la liberación de Israel de la esclavitud de Egipto: «Recuerda que fuiste esclavo en la tierra de Egipto» (Dt 5,15). El sábado es por tanto una fiesta de la liberación humana, el sábado se puede tomar respiro, en él se suspende la división del mundo en señores y siervos. En el judaísmo tradicional este día de la libertad y del descanso es considerado también como una especie de anticipo del mundo futuro.


Jesús y el sábado

* El texto (pregunta y respuesta) proviene del Youcat = Catecismo para Jóvenes. Los números que aparecen después de la respuesta hacen referencia al pasaje correspondiente del Catecismo de la Iglesia Católica que desarrolla el tema aún más. Basta un clic en el número y será transferido. 



viernes, 16 de marzo de 2018

¿Harta de cargar con todo? 11 soluciones para evitarlo

Una orientadora familiar alerta de los peligros de la mujer que ya no puede más y nos ofrece algunas sugerencias para prevenir una situación tan peligrosa para la vida de la pareja y la familia.

TIRED
A un centro de orientación familiar acuden diariamente parejas con problemas. Algunas llevan varios años juntos. Otras acaban de empezar. Otras llevan muchas décadas, se diría que toda una vida. Pero algo ha sucedido y ahora están sentados frente a un experto: exponen su situación en busca de remedio.
Maria Pilar Salvador Pròsper, psicopedagoga y orientadora del centro Athlos, de Valencia (España), explica que cada vez resulta más frecuente la llegada a la consulta de un hombre solo.
Ella, por lo que él explica y por lo que deducen los orientadores posteriormente, está agotada en cuanto a la relación, no cree que eso tenga remedio y ni siquiera considera que sea provechosa la consulta a un profesional.
¿Qué ha ocurrido? “Cuando la mujer llega a un estado de fatiga extrema, de nervios a flor de piel y de desesperanza, estamos ante una situación muy grave, porque aunque en la teoría todo se puede reconducir y mejorar, la experiencia nos dice que una mujer en esa tesitura ya no quiere seguir adelante con la relación“, explica la orientadora.
Por eso los expertos aconsejan evitar que se llegue a ese extremo, a ese punto de “no retorno”. Creen que tanto la mujer como el hombre deben detectar los síntomas que preceden a la explosión final.

Más implicada, más quemada

Pero, ¿por qué esa situación de “ya no puedo más y se acabó” se da en la mujer y no tanto en el hombre?
María Pilar Salvador dice “por lo general, en la familia la mujer se implica más ella que él. Ella lleva el peso de la relación y va a tener que estar pendiente de muchos frentes: los hijos, los mayores, el marido, el trabajo, la salud… “.
“Las mujeres tendemos a entregarnos más y acogemos más”, explica la psicopedagoga, “y eso nos hace más sensibles al desgaste”.
“Puede ocurrir que la mujer pierda la ilusión y ya no tenga esperanza de que las cosas pueden cambiar. Es muy frecuente que de novios una piense que él tiene unos defectillos, pero ya cambiará con el tiempo. Lo que suele pasar es que con el tiempo se constata que esos defectos perduran y se consolidan. Llega entonces un desencanto y a partir de ahí, si hay otros factores negativos, todo se hunde”, afirma.

WOMAN
Constance Hall - Facebook

11 remedios para evitar un final

¿Hay remedio? ¿Hay un posible freno a ese desenlace que ya no tiene remedio? “Sí, por supuesto”, confirma Salvador, quien propone algunas ideas:
  • La mujer debe darse cuenta desde el primer momento de que no puede hacer las cosas sola. Que necesita ayuda.
  • Ha de transmitir sus preocupaciones cuando están comenzando, no cuando ya no tienen solución.
  • Ha de aprender a comunicar sentimientos, lo que le ha gustado y lo que le decepciona de él, de la familia, de la relación…
  • Hay que evitar el gran error: pensar que todo lo podemos solas.
  • La mujer no es superwoman. No podemos pretender llegar a todo.
  • No pasa nada por que algunas tareas de la casa y de la familia las haga otra persona: una empleada por horas para encargarse de la limpieza, de la plancha y lavado, de la comida… Eso no significa que la mujer sea menos mamá y menos familiar que la que lo hace.
  • La mujer ha de compartir las preocupaciones a menudo: el trabajo, las dificultades económicas, el agotamiento físico… No hay que acumular.
  • Se necesita ser humilde. Esa es la clave: ser humilde para reconocer que solas no podemos.
  • Ser conscientes de que una persona de fuera ve más y mejor las cosas. Por eso hay que acudir a un profesional en cuanto salta la alarma y no cuando ya nos hemos quemado. María Pilar Salvador lo expresa de forma gráfica: “Lo que suele ocurrir ahora es que recogemos a gente agonizando”.
  • Es importante adoptar decisiones prácticas: por ejemplo, dejar que las cosas las haga él o los hijos aunque las hagan mal o no tan bien como nosotras.
  • Delegar en los hijos y entenderlo como parte de su educación y no como una merma personal.
Si te sientes cansada, si ves que una y otra vez te quejas de algo que te parece que ha quedado atascado en la relación o en la familia, “ve y que te echen un cable”, dice la orientadora. “Siempre es mejor detectar el problema y cogerlo a tiempo”. 
Dolors Massor, aleteia






jueves, 15 de marzo de 2018

Resiliencia: Ante los acontecimientos, ¿te doblas o te rompes?

3 cosas sobre flexibilidad que deberías saber

¿Eres una persona flexible, o más bien no aceptas los cambios?
En el momento de empezar a redactar este artículo, me viene a la cabe una frase-lema de algunos y una frase-tabú de otros: “Prefiro ser una metamorfosis ambulante que tener esa vieja opinión formada sobre todo”.
Ni tanto ni tan calvo: Tener opiniones sólidas y mantenerlas sobre los asuntos fundamentales de la vida es importante y síntoma de madurez. Pero tener una certeza infalible e inmutable sobre todo no es de sentido común, no es compatible con el ser limitado y finito del ser humano, no te hace crecer ni intelectual ni espiritualmente como persona, e incluso puede ser doloroso y emocionalmente extenuante. No tiene nada que ver con la actitud del sabio y humilde, que sabe que cuanto más sabe, más le queda por aprender.
Desde el punto de vista psicológico, esa inflexibilidad puede representar posibilidades de desarrollar disturbios y trastornos diversos. Aquí, tres señales de que podrías estar necesitando incluso apoyo profesional:

1- Sientes necesidad de tener siempre la razón

Si necesitas que todos reconozcan que siempre tienes razón, tu actitud, en realidad, lo que esconde es tu miedo a estar equivocado, a no saber tomar decisiones o a haber hecho elecciones equivocadas en la vida. Trabajar tus recelos, tus miedos, tus incertidumbres que, aunque estén bien escondidas, deben existir, es una forma de asegurar tu salud mental.

2- No cambias de opinión

Muchas personas tienen grandes dificultades en cambiar de opinión. Igualmente, tiene dificultades en reconocer que sus verdades, sus creencias, sus opiniones pueden ya no coincidir con la realidad tal y como se presenta.

3- No cambias de actitud

Hay quien prefiere “darse cabezazos contra la pared”, reproduciendo viejos patrones de comportamiento, perjudicándose a sí mismo, obteniendo resultados no deseados, sólo por no querer o no poder cambiar de actitud.
Esos problemas requieren atención. Ser flexible, adaptarse, cambiar de idea y de actitud, reconocer la obsolescencia de nuestras viejas certezas, abandonarlas y adoptar la resiliencia y la transformación como modo de supervivencia son actitudes fundamentales para que podamos vivir en armonía en un mundo de diferencias y de cuestionamientos constantes.
La resiliencia es, justamente, la capacidad de adaptarse. Cuando ejercemos una fuerza las extremidades de un bambú, por ejemplo, se dobla. Esto hace que después de la tempestad y del viento agresivo, pueda recuperar su forma. Pero hay otros árboles con raíces más profundas, con troncos más vistoso, pero que no se doblan al viento. Y que acaban, por ser inflexibles, sucumbiendo a él.
De acuerdo con Munhoz (2014, p. 01),
La resiliencia es la habilidad de adaptarse y superar con éxito los desafíos y las situaciones estresantes. Es la superación de las adversidades de forma sana y constructiva. La resiliencia fue definida por Garmezy (1984) como resistencia al estrés o invulnerabilidad frente a condiciones adversas. El individuo resiliente no presenta problemas de comportamiento o emocionales frente a los estresores.
Pueden haber muchos cambios en la vida personal, siempre están surgiendo nuevos desafíos, así que es importante aprender a lidiar adecuadamente con ellos. La resiliencia está en la superación de las dificultades, la persona resiliente “da la vuelta por encima” de los percances. Consigue ser productiva, aprender y desarrollarse incluso ante situaciones estresantes.
El término procede de la física, se trata de la capacidad de los materiales de resistir a los choques y presiones sin alterar sus cualidades. En los últimos años, el término se incorporó a las ciencias humanas, y expresa la capacidad de un ser humano de superar adversidades.
Así, aprender siempre, modificarse, adaptarse, es lo mismo que ser resiliente. Ser resiliente, por tanto, no significa ser inconstante, voluble y sin objetivos. Al contrario, una persona con creencias sólidas y bien fundadas sabe que a veces, es preciso alterar el curso, para conseguir llegar al destino propuesto.
(Adaptado al español del original de Júlia Damasceno, via Psiconlinews)


¿Cuándo acudir a un consejero matrimonial?

Acudir una buena consejería matrimonial en una buena opción para resolver conflictos y fortalecer tu relación de pareja. ¿Conoces al Doctor Fisch?

“Cuando tu relación esté pasando por un momento marchito, seco y frío no es tiempo de tirarla, es tiempo de cuidarla y protegerla tal como lo harías con esa plantita que te fascina y que se está secando. La tomas entre tus manos y aunque no sientas deseos de hacerlo remueves la tierra, quitas las hojas secas y cualquier cizaña que la pueda dañar. Con paciencia la riegas y le añades abono -tantas veces como sea necesario- porque tienes la certeza de que muy pronto volverá a florecer”. Este es el papel del consejero matrimonial, ayudarte a que tu relación vuelva a florecer.
Todos los matrimonios en algún momento han vivido algún tipo de crisis. Y eso es maravilloso porque es la señal de que “algo” se está rompiendo, desacomodando en su relación, además de ser una invitación para hacer mejoras y crecer como pareja.
Lo que sí me parece por demás peligroso es que son pocas las parejas que salen a pedir ayuda. Sobre todo, es a los varones a quienes más les cuesta hacerlo.
Desafortunadamente aún existe un pensamiento machista de que “a mí nadie me tiene que decir lo que tengo que hacer”. O están esos otros matrimonios que aún les pesan esos prejuicios del famoso “qué dirán” o sienten vergüenza y mejor se quedan callados observando y sufriendo como se les derrumba el matrimonio con tal de que nadie se entere. De verdad, no hay nada más noble ni nada que haga más grande a una persona que cuando pide ayuda al sentirse pequeño y vulnerable.


Invertir en el matrimonio

Me he topado con otro fenómeno extraño y lo comparto. Muchas parejas no han caído en cuenta de cuánto gastan en demoler su relación, en destruir su matrimonio. Sí, también crecer separados como pareja cuesta y mucho, no solo dinero. Pero cuando se trata de invertir dinero, de destinar recursos para mejorar o salvar su matrimonio -y por ende la familia- les duele el alma hacerlo, casi nunca hay dinero para eso.
¡Busquen ayuda!
Un consejero matrimonial les ayudará a trabajar y resolver problemas en sus vida y su relación, además de proporcionarles herramientas prácticas para procesar, entre otros asuntos, el perdón, para reconocer sus emociones, para conocerse más como pareja, para mejorar su comunicación y que reconozcan los patrones que les están impidiendo tener un diálogo efectivo y afectivo, etc.
El consejero, al ser un agente activo e imparcial les ayudará a definir sus problemas y a determinar los objetivos a los que se tienen que dirigir y cómo.

¿A quién elegir como consejero matrimonial?

Investiga. Encuentra a uno que apueste por tu matrimonio, al que le duela pronunciar la palabra “divorcio”, que busque la unión frente a la división. En definitiva, busca a quien el concepto de matrimonio y sus valores vayan alineados con los tuyos.
En esta búsqueda es importante conocer al profesional, saber qué estudios posee e incluso su estilo y filosofía de vida. Quizá te parezca exagerado y pienses qué más te da su “estilo de vida”, pero créeme que tiene mucho que ver contigo porque en sus manos estás poniendo lo más valioso de tu vida: tu matrimonio y, por ende, tu familia.
Ahora bien, ¿podemos garantizar que nuestro matrimonio se salvará si acudimos a un consejero? Es una pregunta algo compleja. Si y no.
En mi experiencia como profesional he visto como un alto número de los matrimonios que reciben consejería matrimonial secular acaban separándose o divorciándose porque les falta una ayuda extra, la espiritual. Sin embargo, según he podido comprobar, las que apuestan por escoger un consejero que cree en el sacramento del matrimonio tienen más posibilidades de rescatarse porque saben que, además de la fuerza y la voluntad humanas,  cuentan con la gracia que no es otra cosa que la ayuda sobrenatural de Dios. Y es que cuando humanamente parece imposible perdonar o sanar, Cristo es quien puede hacerlo todo de nuevo.
Luz Ivonne Ream, aleteia






miércoles, 14 de marzo de 2018

Síntomas y tratamiento de la dependencia a juegos de azar

Al contemplar por qué la gente juega, es importante entender que generalmente no siempre es fácil identificar las causas específicas que desarrollen la dependencia a juegos de azar.

GAMBLING
La repetición de este tipo de comportamiento fomenta la formación del mal hábito o vicio. En algunos casos se puede incluso hipnotizar disfuncionalidades relacionadas con la salud mental si se padecen al menos tres de los siguientes síntomas:
  • Adicción a seguir apostando y cada vez con más dinero.
  • Apuesta dinero que no debería pues lo necesita para cubrir necesidades básicas.
  • Intenta siempre recuperar la “inversión”, sigue jugando para recuperar todo lo perdido porque cree que ahora su suerte ha cambiado.
  • Pérdida de control, no puede parar de jugar y apostar.
  • Comete acciones ilegales o hace lo que sea para conseguir dinero para seguir jugando.
  • Pone en riesgo relaciones importantes, ya que su prioridad es siempre jugar y apostar.
  • No disfruta las apuestas que realiza pues su objetivo es ganar dinero.
  • Tiende a negar que tiene un problema cuando sus familiares y amigos tratan de ayudarlo.
  • Tiene tendencias suicidas debido a las deudas que ha obtenido apostando.

Primeros pasos para superar la ludopatía

Existen una gran variedad de tratamientos para el juego patológico que incluyen el consejo, los grupos de autoayuda y la medicación psiquiátrica. Se ha visto que un enfoque, la terapia congitivo-conductual reduce los síntomas y las urgencias relacionadas con el juego.
Este tipo de terapia se centra en la identificación de los procesos mentales relacionados con el juego, las distorsiones cognitivas y del ánimo que incrementan la vulnerabilidad al juego incontrolado.
Además, esta terapia utilizan técnicas de adquisición de competencias orientadas a la prevención de las recaídas, asertividad y rechazo del juego, resolución de problemas y refuerzo de las actividades e intereses inconsistentes con el juego.
En cambio, cuando la dinámica propia de la adicción está ya avanzada, se debe buscar una clínica para enfermedades de la adicción.
Cuando se presenta además un conjunto de adicciones, por ejemplo al alcohol o a las drogas, lo mejor es tomar un tratamiento de desintoxicación en una clínica psiquiátrica.
Habitualmente, parte de la terapia es un acuerdo para contrarrestar por completo la abstinencia del juego. No alcanza una simple reducción del juego. Sobre todo se manifiesta la abstinencia total a causa de la problemática que avanza claramente y por la que el adicto realmente necesita el objeto de su adicción.
 Como en todos los casos de desviación de comportamientos y vicios, el mejor remedio es la prevención. Evitar las ocasiones es siempre una estrategia eficaz, pero lo es más aún contar con el apoyo y la educación familiar desde los primeros anos de vida para descubrir y apreciar los verdaderos valores de la vida. 
 Javier Fiz Pérez, aleteia





martes, 13 de marzo de 2018

Acercarse al sacramento de la Penitencia

preparación al sacramento de la confesión

La Cua­res­ma es un tiem­po pro­pi­cio para la con­ver­sión de vida a Dios y para de­jar­se re­con­ci­liar con Dios. Como en el caso del hijo pró­di­go, Dios está es­pe­ran­do siem­pre a que re­gre­se­mos a la casa del Pa­dre, sale a nues­tro en­cuen­tro y nos ofre­ce el abra­zo del per­dón amo­ro­so me­dian­te la Igle­sia en el sa­cra­men­to de la Pe­ni­ten­cia. Quien co­no­ce la pro­fun­di­dad del amor de Cris­to y de la mi­se­ri­cor­dia del Pa­dre, sien­te la in­su­fi­cien­cia de sus res­pues­tas, el do­lor por la pro­pia in­fi­de­li­dad al amor de Dios y la ur­gen­cia de con­for­mar­se cada vez más con la ca­ri­dad de Cris­to.

Para ha­cer una bue­na con­fe­sión y re­ci­bir con fru­to el Sa­cra­men­to de la Pe­ni­ten­cia, se re­quie­ren al­gu­nas con­di­cio­nes:

1) Exa­men de con­cien­cia. An­tes de con­fe­sar­se, el pe­ni­ten­te ha de pre­pa­rar­se ante todo con la ora­ción com­pa­ran­do su vida con el ejem­plo y los man­da­mien­tos de Cris­to y pi­dien­do a Dios el per­dón de sus pe­ca­dos. El exa­men de con­cien­cia ha de ha­cer­se con ac­ti­tud de dis­cer­ni­mien­to; no se tra­ta de una an­sio­sa in­tros­pec­ción si­co­ló­gi­ca, sino de una con­fron­ta­ción sin­ce­ra y se­re­na con la ley mo­ral in­te­rior, con las nor­mas evan­gé­li­cas pro­pues­tas por la Igle­sia, con el mis­mo Cris­to Je­sús, nues­tro maes­tro y mo­de­lo de vida, y con el Pa­dre ce­les­tial que nos lla­ma al bien y a la per­fec­ción. To­dos he­mos de exa­mi­nar nues­tra con­cien­cia an­tes de acer­car­nos al con­fe­sor. No lo hará igual el niño que el adul­to o el ca­sa­do que la per­so­na con­sa­gra­da a Dios con los vo­tos. To­dos so­mos pe­ca­do­res y ten­dre­mos que de­di­car un tiem­po, el ne­ce­sa­rio, al exa­men de con­cien­cia.

2) Do­lor de los pe­ca­dos. Este es el acto esen­cial de la pe­ni­ten­cia por par­te de quien se con­fie­sa. Su­po­ne “un re­cha­zo cla­ro y de­ci­di­do del pe­ca­do co­me­ti­do jun­to con el pro­pó­si­to de no vol­ver a co­me­ter­lo por el amor que se tie­ne a Dios y que re­na­ce con el arre­pen­ti­mien­to” (Reconciliatio et Paenitentia, 31, III). De esta con­tri­ción del co­ra­zón de­pen­de la ver­dad de la pe­ni­ten­cia. El re­cha­zo cla­ro y de­ci­di­do del pe­ca­do no es la im­po­si­bi­li­dad de vol­ver a pe­car, sino la vo­lun­tad fir­me y de­ci­di­da de no vol­ver a ha­cer­lo por­que se está arre­pen­ti­do, se tie­ne ver­da­de­ro do­lor por los pe­ca­dos co­me­ti­dos y se re­cha­zan. Es la fir­me vo­lun­tad de no vol­ver a co­me­ter­los y el do­lor por ha­ber­lo he­cho, sa­be­do­res de que con el pe­ca­do mar­gi­na­mos a Dios, no co­rres­pon­de­mos a su amor.

3) Con­fe­sión de los pe­ca­dos. Para re­ci­bir con fru­to el re­me­dio que nos apor­ta el sa­cra­men­to de la Pe­ni­ten­cia, el fiel debe con­fe­sar to­dos y cada uno de los pe­ca­dos gra­ves que re­cuer­de des­pués de ha­ber exa­mi­na­do su con­cien­cia. Ade­más es tam­bién muy útil con­fe­sar­se de los pe­ca­dos ve­nia­les. En efec­to, no se tra­ta de una mera re­pe­ti­ción ri­tual ni de un cier­to ejer­ci­cio si­co­ló­gi­co, sino de un cons­tan­te em­pe­ño en per­fec­cio­nar la gra­cia del Bau­tis­mo, que hace que de tal for­ma nos va­ya­mos con­for­man­do con­ti­nua­men­te a la muer­te de Cris­to, que lle­gue a ma­ni­fes­tar­se tam­bién en no­so­tros la vida de Je­sús (cf. Ri­tual 7). Acu­sar los pe­ca­dos pro­pios es exi­gi­do ante todo por la ne­ce­si­dad de que el pe­ca­dor sea co­no­ci­do por el con­fe­sor, el cual debe va­lo­rar tan­to la gra­ve­dad de los pe­ca­dos como el arre­pen­ti­mien­to del pe­ni­ten­te y debe co­no­cer el es­ta­do del en­fer­mo para ayu­dar­lo y cu­rar­lo. Todo el sa­cra­men­to de la Pe­ni­ten­cia se en­tien­de y co­bra pleno sen­ti­do des­de la ca­ri­dad teo­lo­gal. Des­cu­brir el pro­pio in­te­rior, so­bre todo cuan­do se tra­ta de mi­se­rias per­so­na­les, del pro­pio pe­ca­do, cau­sa ru­bor. Pero se tor­na ‘am­bien­te fa­mi­liar’ cuan­do, al amor que Dios nos brin­da, co­rres­pon­de­mos dán­do­le por amor nues­tras mi­se­rias. Para ello es ne­ce­sa­rio ver a Cris­to en el sa­cer­do­te.

4) La ab­so­lu­ción de los pe­ca­dos. Es el con­fe­sor quien, en nom­bre de Cris­to y por su po­der, úni­ca­men­te pue­de per­do­nar los pe­ca­dos. “La ab­so­lu­ción que el sa­cer­do­te, mi­nis­tro del per­dón -aun­que él mis­mo sea pe­ca­dor-, con­ce­de al pe­ni­ten­te, es el signo efi­caz de la in­ter­ven­ción del Pa­dre en cada ab­so­lu­ción y de la Re­su­rrec­ción, tras la muer­te es­pi­ri­tual, que se re­nue­va cada vez que se ce­le­bra el sa­cra­men­to de la Pe­ni­ten­cia. So­la­men­te la fe pue­de ase­gu­rar que en aquel mo­men­to todo pe­ca­do es per­do­na­do y bo­rra­do por el mis­te­rio de la in­ter­ven­ción del Sal­va­dor” (Juan Pa­blo II).

5) Sa­tis­fac­ción o cum­plir la pe­ni­ten­cia. No es la mul­ta que hay que pa­gar por ha­ber in­frin­gi­do la ley, ni el pre­cio que se paga por el pe­ca­do ab­suel­to y el per­dón re­ci­bi­do, ni ex­pia­ción por la cul­pa co­me­ti­da. La pe­ni­ten­cia es mues­tra del com­pro­mi­so per­so­nal que el cris­tiano asu­me ante Dios de co­men­zar una exis­ten­cia nue­va y de que quie­re unir su obra de pe­ni­ten­cia a la Pa­sión de Cris­to que le ha ob­te­ni­do el per­dón.

Acer­qué­mo­nos de­bi­da­men­te pre­pa­ra­dos a la con­fe­sión. Es un en­cuen­tro ex­cep­cio­nal con Cris­to, que nos ofre­ce el per­dón di­vino por me­dio de sus mi­nis­tros.

Por Monseñor Casimiro López Llorente que es el obispo de Segorbe-Castellón.