lunes, 10 de agosto de 2020

Estoy a tu puerta y llamo: Sobrenaturalízalo todo

Es como si conversara contigo...                                                                                                   

Estoy a tu puerta y llamo

Gabriela Bossis, Diario 'Él y yo'



1472. 25 de octubre de 1945. En el campo.
Era el día que llegó nuestro nuevo párroco y yo había pensado menos en Jesús.
Me dijo: Ya ves cómo es preciso que entres con frecuencia en ti misma para buscarme ahí. Es un ejercicio necesario que debe convertirse en un hábito. Pensarás en ello esta noche cuando en el silencio y en la plenitud de tu pensamiento quieras entrar en tu Dios. ¿No te parece que esta plegaria nocturna sobrepasa con mucho la plegaria del día? Tan fácil como es pasar sin palabras de tu corazón al Mío. Como si hubieras dejado totalmente la Tierra y sus cuidados para entrar simplemente en otra esfera. ¡Qué alivio, hija, qué reposo!
¿Por qué, entonces, hay días en que te mantienes tan alejada de Mí en tus pensamientos? ¡Yo te estoy siempre esperando!

1473. 25 de octubre.
Yo:  ¡Con qué facilidad me distraigo, Señor!
El: Aprende a reencontrarte. Eso será amor. El amor es el don de sí. Ya sabes cuánto os he amado; os lo daba todo, sin guardar nada para Mí, ni siquiera Mi Santa Madre.
Yo: Detenme contigo, mi Señor; si no, vuelvo a caer en mi amor propio.
El: Tú harás el primer esfuerzo y Yo vengo en seguida para ayudarte. Sobrenaturalízalo todo ofreciéndomelo todo y serás feliz, pues habrás encontrado el verdadero sentido de la vida. ¿No escuchas Mi Voz? De día y de noche te dice: 'Ven'.
Rel






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