viernes, 7 de agosto de 2020

Estoy a tu puerta y llamo: Ponte frente a Mi Rostro

Es como si conversara contigo...                                                                                               

Estoy a tu puerta y llamo

Gabriela Bossis, Diario 'Él y yo'

1470. 18 de octubre.
Señor, Tú eres tan bueno conmigo hasta en los más pequeños detalles y yo no sé corresponderte.
El: No te inquietes. Los niños no saben cómo decir las cosas, pero el Padre lee en su corazón. ¡No te asustes! Vé simplemente hacia tu Dios con la mirada puesta en El y cree en Su Amor. ¡No es tan difícil!
Considera la Cruz en la cual Se entregó por los malhechores.
¡El, el Todopoderoso! ¡Qué donación por su parte y qué buen motivo de humildad para vosotros!
Después de esto, ¿será más grande tu temor que tu amor? Ponte frente a Mi Rostro. Comprende la Misericordia infinita que Se inclina sobre un corazón que Me busca y no te detengas en Su continuo llamamiento.
1471. 18 de octubre.
Ponte en Mi Presencia. Ahora desenvuelve tu alma. Extiéndela como una tela desplegada recordando tus faltas, las de ayer y las de hoy. Muéstramelas sin decir nada. Y esto es ya una plegaria. Permanece en la humildad ante tu miseria desplegada y esto es la oración más elocuente.
La voz del justo se levanta durante el día y durante la noche. Y lo que grita esa voz no es sino la humildad. Así verás que aun tus infidelidades pueden acercarte a Mí. Sírvete de ellas como materia de amor reparador, pues todo debe conducir al Amor. Y Me encontrarás y Yo habré hecho para esto más de la mitad del camino...
 ReL


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