jueves, 12 de diciembre de 2019

Estoy a tu puerta y llamo: Déjate conmover

Es como si conversara contigo

Estoy a tu puerta y llamo

Gabriela Bossis, Diario 'Él y yo'
1062. 24 de enero. Yo decía: "Mi Dios." El: ''Nunca digas eso sin pensar que tu Dios te
pertenece.”
1063. 25 de enero. Mientras colocaba una chapa, Le decía yo al Niño Jesús: "Pongo sobre tu ropita de Belén oro y pedrerías." El: "Poniéndolo sobre la Mía, adornas también la tuya. ¿No ves que Yo te doy todo lo que tengo?"
1064. 31 de enero de 1941. En Rennes, en la iglesia de San Germán, sonaba la hora. Eran las tres. El: "Esta hora, ¿te recuerda algo? Adórame en la Muerte que padecí por ti, en expiación. Recoge, hija Mía, como tesoro precioso, esos últimos instantes de Mi Vida terrestre.
Fueron Mi suprema Voluntad de sufrir, ante la Mirada del Padre, para salvaros. Ofrécele esos últimos minutos de Amor y de Sacrificio total. Dile: '¡Oh, Padre, tu Hijo se está muriendo; déjate conmover! Convierte a los pecadores, hazlos santos, hazlos sacerdotes. Da la Paz, la verdadera Paz, al Mundo. ¿Qué puedes, Padre, rehusar a Tu Hijo? El ora en nosotros y por nosotros: ¡escúchanos!

ReL

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