martes, 5 de septiembre de 2017

La personas fuertes: dos actitudes básicas

El Pontífice señaló dos actitudes del estilo de vida cristiano: perseverancia y consolación

Características de las personas fuertes


El papa Francisco ha continuado a revertir la imagen de la persona fuerte porque admirada, adinerada, famosa o poderosa. En esos modelos existe una infelicidad implícita. “¡El Apóstol Pablo nos está ayudando a entender la esperanza cristiana que no es un optimismo es otra cosa!”, aseguró.
Así, continuó su ciclo de catequesis sobre la “esperanza cristiana” y centró la meditación sobre el tema: “Una esperanza fundada sobre la Palabra” (cfr. Rm 15, 1-2. 4-5).
“Sí nosotros estamos cerca del Señor tendremos la fuerza para ser cercanos y seremos sembradores de esperanza. ¡Sembrar esperanza es necesario y no es fácil!”. Lo dijo ante 15.000 fieles y peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro en la tradicional audiencia general de este miércoles 22 de marzo de 2017.
El Papa invitó a imitar la fortaleza de Jesús y tener la misma actitud con todos, especialmente para ofrecer siempre “una sonrisa y una ayuda para con el hermano que está en dificultad”.
Jesús es el “hermano fuerte” que nos cuida y nos carga sobre sus hombros de “Buen Pastor”, tierno y solícito.
“Sí nosotros estamos cerca del Señor tendremos la fuerza para ser cercanos y seremos sembradores de esperanza. ¡Sembrar esperanza es necesario y no es fácil!”, destacó.

Las actitudes de las personas fuertes

En esta línea, subrayó dos actitudes en la fe: “la perseverancia y la consolación” que vienen de Dios.
“La Sagrada Escritura nos muestra que la perseverancia o paciencia es la capacidad de soportar, de permanecer fieles, sobre todo en medio de las situaciones adversas”, sostuvo.
Entretanto, señaló que “la consolación es la gracia de saber acoger y mostrar en todo momento, especialmente en aquellos marcados por el sufrimiento y la desilusión, la presencia y la acción compasiva de Dios que nunca nos abandona y permanece siempre fiel a su amor por nosotros”.

No existen personas de serie A y serie B

El fuerte es erróneamente considerado la persona que esconde sus sentimientos y pasa por encima de todo y de todos. El estilo de vida cristiano sale de esa lógica, “donde algunos son de “serie A”, es decir, los fuertes, y por otra de “serie B”, es decir, los débiles·”.
 La comunidad cristiana persigue el modelo de Jesús, hermano del débil. “Una esperanza que se traduce concretamente en el compartir, en el servicio mutuo. Porque incluso quien es “fuerte” se encuentra antes o después a experimentar la fragilidad y a tener necesidad de la consolación de los demás; y viceversa, en la debilidad que se puede siempre ofrecer una sonrisa o ayudar al hermano en la necesidad”, expresó.
Francisco instó a que la comunidad cristiana perseguir la gloria de Dios (cf. v. 6), que va más allá de lo aparente y lo superficial.
Cristo al centro de todo. “Pero todo esto es posible si se pone en el centro a Cristo y su Palabra. Y ‘Él, sólo Él, el ‘hermano mayor’ cuida de todos nosotros. De hecho, todos necesitamos de ser cargados sobre los hombros del Buen Pastor y sentirnos involucrados por su mirada tierna y amorosa”.

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